Aprenderás a preparar tapas clásicas en el corazón de Madrid junto a nuevos amigos, guiado por una chef local que no dejará tu copa vacía. Degusta seis platos (sí, postre incluido) maridados con vinos españoles ilimitados en una mesa compartida. Risas, práctica y quizá una receta favorita para llevar a casa.
Lo primero que me llamó la atención fue el bullicio: cuchillos golpeando, copas tintineando y risas en español cerca de la puerta. Apenas terminé mi copa de cava de bienvenida cuando Marta, nuestra chef, nos llamó a las coloridas estaciones de cocina. Tenía esa habilidad para que todos pareciera que nos conocíamos de toda la vida, aunque yo aún no recordaba la mitad de los nombres (perdón, Tomás-de-Bristol). El aroma a ajo friéndose en aceite de oliva venía de la mesa de al lado y, sinceramente, me hizo olvidar el jet lag por un momento.
Empezamos con gambas al ajillo, esos langostinos en ajo y perejil. Marta nos enseñó a lograr ese punto justo sin que quedaran gomosos (yo fallé en el primer intento; ella sonrió y dijo “¡más vino!”, consejo infalible). También había chistorra burbujeando en sidra, al estilo vasco, nos explicó. Intenté decirlo en español y Li y Ana me gastaron bromas cariñosas. Todo se sentía natural, como en una cocina familiar pero con mejor vino: las copas de verdejo y tempranillo se rellenaban sin parar cada vez que alguien se quedaba con la copa vacía.
No esperaba engancharme tanto a rellenar pimientos del piquillo o a abrir mejillones sin lanzar uno por accidente (casi pasa). El plato principal salió de la cocina trasera: algo de temporada con pescado esa noche. Todos nos apretujamos alrededor de una gran mesa de madera bajo una luz cálida. Marta sirvió otra ronda y contó historias de las recetas de su abuela. Fue ruidoso y desordenado, pero en el mejor sentido. Para el postre, una crema catalana en mousse, ya había perdido la noción del tiempo.
Al salir a la fresca madrileña, me di cuenta de lo raro que es sentirse tan bienvenido tan rápido. Si buscas una clase de cocina en Madrid que sea realmente social, no solo una demostración, esta es la indicada. Aún pienso en esos pimientos de vez en cuando.
Sí, la chef guía paso a paso, no necesitas experiencia previa.
Harás cuatro tapas tradicionales tú mismo durante el taller.
Sí, sirven copas sin límite de cinco vinos españoles diferentes durante toda la experiencia.
Sí, contacta con ellos antes para asegurarte de que pueden adaptarse a tus necesidades.
Prepararás gambas al ajillo, chistorra en sidra, pimientos del piquillo rellenos, mejillones (o alternativas), además de un plato principal y crema catalana en mousse.
Sí, se sirve una comida completa de seis platos en una mesa común tras la clase.
La clase tiene lugar en The Cooking Clubhouse, en el centro de Madrid.
Los bebés pueden asistir si van en brazos de un adulto; hay asientos especiales para ellos.
Tu noche incluye una clase práctica de tapas con chef profesional en el centro de Madrid, con todos los ingredientes en estaciones individuales, maridaje ilimitado de cinco vinos españoles, y una cena de seis platos con tus creaciones junto a platos principales y postre, todo alrededor de una gran mesa común antes de volver a la noche madrileña.
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