Seguirás a tu chef por el animado mercado de Palermo, aprendiendo a elegir ingredientes frescos antes de ir a la cocina para preparar recetas clásicas sicilianas como arancini y pasta alla Norma. Disfruta de un almuerzo de tres platos con vino local y ríete de tus propios cannoli. Aquí no se busca la perfección, sino sentirte parte de Palermo por un día.
Nos refugiamos bajo los toldos a rayas del Mercato del Capo, donde el aire estaba cargado de aromas a frituras y hierbas frescas. Nuestro guía, el chef Antonio, saludó a un vendedor que cortaba pez espada (aunque nos advirtió: los lunes son para la carne, los puestos de pescado cierran). Intenté pronunciar “melanzane” y se rieron cuando lo dije mal. El bullicio era increíble: vendedores gritando precios, viejos discutiendo por bulbos de hinojo. Elegimos tomates que realmente olían a tomate. Es curioso cómo lo notas cuando no tienes prisa.
El camino de regreso a la cocina de Antonio fue corto, pero mis brazos iban llenos: berenjenas, ricotta, albahaca todavía con tierra del mercado. Nos sirvió copitas de Marsala antes de empezar a picar. Nunca había hecho arancini; el primero me quedó como una pelota de tenis torcida, pero a nadie le importó. Antonio repetía “piano piano”—despacio—y me enseñó a apretar el arroz para que no se deshiciera en el aceite. Las ventanas de la cocina se empañaron mientras freíamos, y alguien bromeó que si hacíamos muchos, los cannoli serían desayuno al día siguiente.
Sigo recordando ese primer bocado de maccheroni alla Norma—berenjena suave, tomate dulce, ricotta salata rallada en la mesa. Comimos todo en familia con vino local (ese que no encuentras fuera de Sicilia), riendo por quién rompió su cannolo antes de tiempo. En un momento dejé de preocuparme por hacerlo perfecto y disfruté el desorden que hicimos juntos. Fue cuando Palermo dejó de ser solo una ciudad que había leído y se volvió un lugar al que sentí que pertenecía, aunque fuera por una tarde.
Sí, los vegetarianos son bienvenidos, solo avísalo con anticipación.
Si el mercado está cerrado o es lunes (cuando cierran las pescaderías), tendrás degustaciones extras en la escuela de cocina.
Sí, el almuerzo incluye vino local; para los niños hay refrescos.
La actividad suele durar una mañana o una tarde, incluyendo la visita al mercado y la cocina.
No, el chef guía paso a paso a todos los participantes.
Por favor, informa con anticipación sobre cualquier alergia o intolerancia para poder adaptarlo.
No incluye recogida en hotel, pero hay opciones de transporte público cerca.
Harás arancini al ragú, maccheroni alla Norma caseros y cannoli de postre.
Tu día incluye un paseo guiado por el vibrante mercado de Palermo (con degustaciones extras en la escuela si está cerrado), todos los ingredientes frescos para tu almuerzo de tres platos, clases prácticas con un chef siciliano, vinos locales o refrescos para niños, un recetario digital para llevar a casa y hasta un pequeño diploma al final—para que te vayas lleno y con un poco de orgullo por lo que aprendiste.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?