En una cocina familiar con vistas a Agerola, aprenderás a hacer pasta fresca a mano, estirar mozzarella desde cero con ayuda local y terminarás con capas de tiramisú casero (quizá con demasiado cacao). Risas alrededor de la mesa, mucho vino de su propia viña y una hospitalidad amalfitana que no olvidarás.
Lo primero que me llamó la atención fue el aroma — no solo tomates, sino ese olor a hojas frescas del jardín de Ferdinando que entraba por la ventana abierta. Apenas llegamos a Agerola, nos dio delantales y sonrió como si nos conociera de toda la vida. Todavía me río al recordar lo pegajosas que quedaron mis manos al amasar la pasta; nada que ver con la que compras en caja. La madre de Ferdinando me miraba mientras luchaba con los bordes de los raviolis y solo movía la cabeza, luego me mostró otra vez — esta vez más despacio, casi cantando mientras trabajaba.
No esperaba que hacer mozzarella fuera tan… vivo. Metes las manos en la cuajada tibia, estirando y doblando hasta que queda brillante. Hubo un momento de silencio, solo se oía el suave sonido del queso y el vibrar de un móvil en otra habitación. Luego llegó la tagliatelle, estirada finita y mezclada con una salsa que sabía a verano — todo albahaca y tomates calentados por el sol de su propio huerto. Comimos juntos en una larga mesa de madera, con copas de vino local chocando sobre platos desparejados.
El tiramisú fue el último — Ferdinando lo llamó “la receta de su abuela” pero no quiso contar más, solo guiñó el ojo mientras poníamos capas de bizcochos empapados en espresso y mascarpone. Creo que me pasé con el cacao en polvo (se rió pero no dijo nada). Sentado ahí, con harina en la camiseta y viendo cómo caía el crepúsculo sobre las colinas, me sentí extrañamente en casa. Quizás fue la comida o la forma en que todos hablaban a la vez en dos idiomas. Sea como sea, si buscas una clase de cocina en la Costa Amalfitana que sea auténtica y sin poses, esta es la tuya.
La clase se lleva a cabo en Agerola, un pequeño pueblo agrícola en la Costa Amalfitana.
Harás mozzarella con tomates y albahaca, pasta fresca con salsa de verduras orgánicas y tiramisú tradicional.
Sí, durante la comida se sirve vino producido en la finca.
Tu reserva incluye comida o cena después de cocinar.
El menú tiene muchas verduras de su huerto, pero consulta directamente para necesidades dietéticas.
No incluye recogida en hotel, pero hay opciones de transporte público cerca.
Pueden participar niños, pero solo mayores de 18 años pueden beber vino por ley italiana.
Tu día incluye una clase práctica para hacer mozzarella, pasta fresca y tiramisú clásico con ingredientes del huerto orgánico de Ferdinando. Después, disfrutarás de comida o cena acompañada de vino local de su propia finca antes de volver a la noche amalfitana.
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