Únete a un grupo pequeño en Madrid para recorrer un mercado histórico con un guía local, elegir ingredientes frescos y cocinar juntos tapas clásicas y paella en una cocina privada. Comparte risas, almuerzo y bebidas mientras aprendes no solo recetas, sino el verdadero significado de la comida aquí. Saldrás lleno y con una conexión inesperada.
¿Te has preguntado cómo es cocinar una paella en Madrid en vez de solo pedirla? Yo sí, así que me apunté a esta experiencia que empieza en uno de esos mercados antiguos que probablemente pasarías de largo si no supieras lo que hay dentro. Nuestra guía, Marta, nos recibió con una sonrisa y, de alguna manera, recordó el nombre de todos en dos minutos (todavía no sé cómo lo hizo). El mercado estaba lleno de vida: los vendedores llamando, el aroma de naranjas mezclado con café y algo salado que no supe identificar. Elegimos tomates tan maduros que casi se deshacían en la mano. Intenté pedir “pimientos” en español; el dueño del puesto me corrigió con paciencia y eso me hizo reír más de lo que esperaba.
Después caminamos por calles estrechas hasta Huertas—Marta nos llevó por una puerta que parecía de un restaurante normal, pero resultó ser una cocina luminosa solo para nosotros. Nos esperaba un vermut (dulce, herbal, un poco sorprendente si estás acostumbrado a cócteles secos) y unas lonchas de embutido del mercado. Todos nos remangamos. Picar cebolla con extraños crea un vínculo curioso—siempre hay alguien que se emociona y se le saltan las lágrimas primero. Marta nos enseñó a preparar el arroz perfecto para la paella; dijo “la paciencia es sabor,” y sonaba sabio hasta que me impacienté igual.
Cocinar juntos fue un caos divertido—croquetas que no salieron redondas, patatas bravas con salsa por todos lados. Pero sentarnos a la mesa después, comer lo que habíamos hecho (y más vino del que esperaba), se sintió como si nos conociéramos de toda la vida, no solo de unas horas. El postre fue fruta sencilla pero perfecta después de tanta comida. Al salir bajo el sol de la tarde, pensé en que aquí la comida no es solo una receta, es una excusa para bajar el ritmo y fijarte con quién la compartes. Eso me quedó más que cualquier truco de cocina.
Sí, se puede adaptar para vegetarianos si lo avisas al reservar.
Sí, comes todo lo que cocinas, incluyendo almuerzo y postre, con bebidas incluidas.
Sí, incluyen vermut, cerveza o vino.
La clase de cocina es para máximo 12 personas.
Te encuentras con el guía cerca de uno de los mercados más antiguos de Madrid.
No, por seguridad no es apto para menores de 12 años.
No, lamentablemente no es apto para personas con movilidad limitada o en silla de ruedas.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de encuentro.
Tu día incluye una visita guiada en inglés a un mercado donde elegirás ingredientes frescos, un aperitivo con snacks del mercado, una clase práctica en grupo pequeño para preparar tapas y paella en una cocina privada (con todas las bebidas), además de un almuerzo completo y fruta de temporada para el postre antes de volver a recorrer Madrid.
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