Ponte manos a la obra en una verdadera clase de cocina vietnamita en Hoi An: compra ingredientes frescos en el mercado local, aprende a preparar cuatro platos tradicionales con un chef amable, disfruta jugos caseros mientras cocinas y comparte risas (y quizás música) alrededor de la mesa. Cocina casera en su máxima expresión: cálida, acogedora y llena de sabor.
“Corta la papaya más fina, así,” nos dijo nuestra anfitriona, con manos rápidas y seguras. La cocina estaba iluminada por el sol que se reflejaba en el suelo de azulejos, y afuera se escuchaban los scooters pasando por el callejón. Acabábamos de regresar del mercado con bolsas llenas de hierbas frescas y aromáticas, y ya pensaba en lo diferente que sabía todo aquí comparado con casa.
Nos sentamos alrededor de una gran mesa de madera, pelando zanahorias y riendo mientras alguien intentaba (sin éxito) darle la vuelta a un pancake de arroz sin romperlo. Nuestra guía explicaba cada paso en inglés sencillo, contando pequeñas historias sobre las recetas de su familia. La berenjena se cocinaba lentamente en su olla de barro, desprendiendo un aroma cálido y terroso que se mezclaba con el cítrico del jugo fresco que nos servía. Incluso si eres vegetariano, hay muchas opciones para que nadie se quede fuera.
Cuando terminamos de cocinar, todos nos sentamos juntos a disfrutar lo que habíamos preparado. La salsa de maní estaba tan rica que casi pedí la receta dos veces. Alguien tomó la guitarra apoyada en la pared y tocó unos acordes; de repente, la clase se sintió más como una reunión entre amigos. Todo fue relajado y auténtico, sin prisas por irnos, solo buena comida y charlas mientras la luz de la tarde se colaba por las ventanas.
Sí, se ofrecen ingredientes vegetarianos para todos los platos, para que todos puedan participar sin problema.
El grupo es pequeño, máximo 10 personas, para que todos tengan tiempo práctico y atención personalizada del chef.
¡Claro! Los bebés pueden venir en cochecitos o sillas de paseo, y hay asientos especiales si se necesitan.
Sí, tanto la cocina como todas las instalaciones están adaptadas para personas con movilidad reducida.
Tu experiencia incluye todos los ingredientes frescos para cuatro platos vietnamitas, fruta de temporada, agua embotellada para mantenerte hidratado mientras cocinas y jugo casero durante la clase. Además, hay muchas risas e incluso guitarra o piano para tocar alguna melodía mientras tu comida se cocina.
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