Comienza en el Mercado San Pedro de Cusco probando frutas locales antes de ir a una cocina acogedora para preparar tres platos peruanos y dos cócteles de pisco con un chef local. Risas, lecciones prácticas con ingredientes frescos y recetas que querrás repetir, aunque nunca salgan igual.
Nos encontramos justo afuera de la puerta número 1 del Mercado San Pedro—fácil de reconocer, incluso si aún estás medio dormido por la altura. Nuestra guía, Lucía, nos saludó con una sonrisa y un mango en la mano, como si hubiera hecho esto mil veces. Dentro, el bullicio era intenso y la luz brillante—vendedores gritando, montones de maíz morado y papas que nunca había visto. Lucía nos cortó una lucuma para probar. Tenía un sabor a caramelo pero con un toque terroso, ¿sabes? Seguro puse cara rara; ella se rió y me dio otra fruta. Aún recuerdo ese sabor de vez en cuando.
Después de recorrer el mercado (y de intentar mi español con una abuela que vendía hierbas), caminamos unos diez minutos hasta su estudio de cocina—una casona antigua de los años 30 con persianas azules y ese olor a leña que se queda en las paredes. Nos lavamos las manos, nos pusimos el delantal y nos metimos de lleno en la preparación de cócteles. Primero un pisco sour—mis habilidades exprimiendo limón necesitan práctica, claramente—y luego preparamos uno con maracuyá fresco del mercado. La cocina se llenó de risas; alguien derramó pisco y todos nos reímos más de lo que deberíamos.
Hacer cebiche fue toda una experiencia—limones por todos lados, pescado frío contra los dedos calientes, cebolla roja que me hizo llorar (quizás me pasé). La causa limeña fue más complicada de lo que parecía; Lucía me enseñó a montar las capas para que no se desarmara. Cuando nos sentamos a comer juntos, se sentía una conexión fácil, como si nos conociéramos de mucho más tiempo que solo dos horas. Después nos enviaron las recetas por correo, pero la verdad no sé si lograré hacer un tamal igual en casa.
La clase comienza en la puerta número 1 del Mercado San Pedro, en el centro de Cusco.
Vas a cocinar tamal de quinoa, cebiche y causa limeña.
Sí, prepararás y disfrutarás dos cócteles peruanos con pisco y frutas frescas.
Sí, la mayoría de los platos pueden adaptarse para vegetarianos o personas con restricciones alimentarias.
La experiencia dura unas cuatro horas—hay sesiones por la mañana o por la tarde.
Sí, te envían las recetas por correo para que las pruebes en casa.
No, no se menciona recogida; el punto de encuentro es directamente en el Mercado San Pedro.
Sí, bebés y niños pequeños pueden unirse—el tour es apto para cochecitos.
Tu día incluye todos los ingredientes del Mercado San Pedro, instrucción práctica con un chef local en el centro de Cusco, preparación de tres platos peruanos y dos cócteles (con agua embotellada), uso de todo el equipo de cocina durante la sesión y recetas digitales para que recrees todo en casa, aunque te quede un poco más desordenado como a mí.
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