Esta es tu oportunidad de hacer trekking desde Lukla pasando por aldeas sherpas y el Parque Nacional Sagarmatha hasta el Campo Base del Everest, con guías privados que se encargan de todo. Visita el animado mercado de Namche Bazaar, sube a Kala Patthar para ver el amanecer sobre el Everest y comparte risas con otros trekkers tomando té caliente en refugios de montaña. Un viaje que sentirás en las piernas y recordarás para siempre.
“No pierdas de vista el primer vistazo al Everest,” sonrió nuestro guía mientras cruzábamos el Puente Hillary, con las banderas de oración ondeando al viento sobre nosotros. La aventura comenzó con ese vuelo salvaje hacia Lukla—mi estómago dio un vuelco al aterrizar en esa pista tan corta, pero la emoción en el aire era contagiosa. Desde ahí, cada paso por los senderos rocosos se sentía como unirse a una caravana en movimiento de senderistas, porteadores y yaks, todos adentrándose más en el Valle de Khumbu.
Namche Bazaar vibraba de vida—tiendas vendiendo queso de yak, viajeros compartiendo historias con tazas de té dulce, y niños corriendo entre los puestos. Pasamos un día extra aquí para aclimatarnos; recuerdo despertarme temprano solo para ver cómo el sol iluminaba las cumbres desde la terraza del Everest View Hotel. El frío mordía mis dedos, pero no podía dejar de admirar el perfil afilado del Ama Dablam contra un cielo despejado. Nuestro guía nos contó historias sobre las tradiciones sherpas y señaló detalles que habría pasado por alto, como cómo los locales apilan piedras para atraer la suerte a lo largo del camino.
Cuanto más subíamos, más silencio había. Al pasar por el Monasterio de Tengboche, los cantos de los monjes flotaban en el aire fresco de la montaña mientras el incienso se mezclaba con el aroma de las agujas de pino. En Dingboche y Lobuche, todo se ralentizaba—respirar costaba esfuerzo y hasta cerrar mi chaqueta parecía trabajo. Pero llegar al Campo Base del Everest fue surrealista: tiendas de campaña de colores sobre la grava, montañeros preparando equipo, todos deteniéndose para fotos junto a esa emblemática roca. En Kala Patthar, antes del amanecer, mis botas crujían sobre el suelo helado mientras esperábamos que la luz dorada bañara la cima del Everest.
El trekking requiere buena forma física porque caminarás varias horas al día en altura. Los guías marcan un ritmo cómodo y hay días para aclimatarse incluidos.
Sí, ambos vuelos domésticos están incluidos en el paquete, junto con traslados al aeropuerto al llegar y salir.
Te alojarás en cómodos lodges de montaña a lo largo de la ruta y en un hotel en Katmandú antes y después del trekking.
Se incluye el equipo esencial como chaqueta de plumas, saco de dormir, mochila de viaje (devolución al final) y permisos de trekking; solo necesitas tu ropa personal y botas resistentes.
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