Si quieres saborear Katmandú de verdad, esta clase de cocina es para ti. Comprarás ingredientes frescos con locales, aprenderás recetas familiares y cocinarás junto a una chef nepalí. Es práctico, divertido y te llevarás mucho más que el estómago lleno.
Lo primero que notas al entrar en el bullicio matutino de Thamel es el aroma de especias que flota en el aire. Nuestra guía, Sushila, nos recibió con una sonrisa cálida y nos explicó qué esperar: nada de gorros de chef, solo cocina casera de verdad. Nos adentramos en el mercado local, esquivando scooters y charlando con los vendedores para elegir los mejores tomates del día. Aún recuerdo el aroma terroso del cilantro fresco y cómo la cúrcuma me dejó los dedos amarillos mientras seleccionábamos ingredientes para el dal bhat y los momos.
De vuelta en la escuela de cocina, escondida sobre una fila de pequeñas cafeterías, nos juntamos alrededor de una gran mesa de madera. Sushila nos enseñó a moler el masala a mano—dijo que es la única forma de conseguir el sabor auténtico. Yo luchaba con la masa de los momos, pero ella se reía y me ayudaba a cerrar bien los bordes. La cocina se llenó del sonido de cebollas friéndose y de la concentración silenciosa de todos intentando no quemar el tarkari. Compartimos historias mientras disfrutábamos de los platos humeantes, aprendiendo que la comida nepalí es tan comunidad como sabor.
¡Claro! La instructora te guía en cada paso, así que no necesitas experiencia. Todos son bienvenidos.
No, solo a ti mismo. Todos los ingredientes y utensilios están incluidos en la escuela.
Sí, hay muchas opciones vegetarianas y podemos adaptar las recetas para veganos si nos avisas con anticipación.
Tu día incluye todas las comidas del menú—desayuno, almuerzo, snacks y cena. Haremos la compra juntos en el mercado local y todo lo necesario está incluido. El transporte público está cerca y cualquiera puede participar, sin importar su condición física.
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