Únete a un grupo pequeño para una clase práctica de cocina mexicana en Cabo San Lucas con un chef local. Recolecta ingredientes del jardín del restaurante, aprende a preparar platillos clásicos (y cócteles), y disfruta un brunch al aire libre con nuevos amigos. Risas, sabores frescos y quizá una receta favorita para llevar a casa.
“Tienes que oler esto,” dijo el chef Armando, mostrando un puñado de epazote fresco que acababa de recoger del jardín del restaurante. Antes de ese momento ni siquiera sabía qué era el epazote — olía a algo entre menta y hierba silvestre, pero más intenso. Apenas habíamos llegado a la clase de cocina en Cabo San Lucas y ya tenía las manos llenas de tierra. La mañana era cálida, pero sin ser sofocante; se escuchaba a alguien picar cebolla adentro mientras los pájaros peleaban arriba. Éramos solo cinco personas, así que se sentía más como estar en casa de un amigo que en una clase formal.
No soy precisamente un experto en la cocina — mis tortillas siempre salen chuecas — pero a Armando no parecía importarle. Hacía bromas en español e inglés mientras nos enseñaba a poner capas de frijoles negros y queso Oaxaqueño sobre unas tlayudas grandes y crujientes (algo así como una pizza mexicana, si te fijas bien). En un momento intenté pronunciar “tlayuda” correctamente; Li se rió y me corrigió tres veces antes de rendirse. Todo tenía un ritmo natural: cortar, revolver, tomar un sorbo del cóctel (que preparamos nosotros mismos con mezcal y una sal picante), y luego probar otra vez. El aire olía a maíz tostado y ralladura de limón. Todavía recuerdo ese primer bocado — crujiente, ahumado, y fresco por el aguacate encima.
Comimos juntos en una mesa larga de madera bajo unas enredaderas, compartiendo historias de nuestros pueblos mientras Armando nos explicaba por qué las flores de calabaza saben diferente según la temporada. Después del brunch nos dejó pasear por el jardín para recoger hierbas para té — totalmente improvisado pero, honestamente, mi parte favorita. No se trataba solo de aprender recetas o tachar “clase de cocina mexicana en Cabo San Lucas” de una lista; era como entrar en un secreto local y auténtico. Me fui con los dedos manchados, nuevos amigos y una receta medio olvidada garabateada en una servilleta dentro de mi bolso.
Sí, las familias son bienvenidas y los bebés o niños pequeños pueden usar cochecitos o asientos especiales durante la clase.
Sí, las bebidas alcohólicas están incluidas; además aprenderás a preparar tu propio cóctel como parte de la experiencia.
El menú incluye platillos con verduras como tlayuda con hongos y flor de calabaza; consulta en el lugar para necesidades dietéticas específicas.
No se menciona recogida en hotel; los invitados deben revisar la ubicación al reservar, ya que hay transporte público cerca.
Los grupos son pequeños para atención personalizada, generalmente alrededor de cinco participantes por sesión.
Sí, tanto el transporte como el restaurante son accesibles para personas con movilidad reducida.
Tu día incluye guía paso a paso de un chef local experto dentro de uno de los mejores restaurantes de Los Cabos, todos los ingredientes frescos del jardín propio (que visitarás), preparación práctica de cuatro platillos tradicionales mexicanos y una receta original de cóctel para probar, brunch al aire libre bajo las enredaderas con nuevos amigos en tu mesa reservada — y todas las bebidas alcohólicas incluidas.
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