Entra en la casa de una familia local en Amman para cocinar juntos platos clásicos jordanos—no necesitas experiencia. Compartirás historias mientras disfrutas baba ganoush y maqluba, cenarás sentado en cojines en el suelo y te llevarás recetas (y recuerdos) para siempre. Una calidez que recordarás mucho después del viaje.
“Prueba esto—mi madre siempre dice que con más limón sabe mejor,” sonrió Mohammed mientras me pasaba una cucharada de baba ganoush. Acababa de llegar a la casa de su familia en Amman, me quité los zapatos en la entrada y, siendo sincero, estaba un poco nervioso por no saber cocinar nada. Pero la cocina ya estaba llena de risas—su esposa removiendo algo aromático en la estufa, el bebé balbuceando en su manta de juegos, y yo, torpemente, picando perejil para la ensalada fattoush (definitivamente no tan fino como ellos). El aire olía a berenjena asada y té de cardamomo. Se sentía como visitar a viejos amigos, aunque apenas nos conocíamos.
Cocinamos juntos maqluba—un plato de arroz invertido con pollo y verduras. Intenté voltear la olla sobre el plato como hace la mamá de Mohammed (ella me guió), pero el mío quedó un poco torcido. Aun así, todos aplaudieron. Nos sentamos con las piernas cruzadas en cojines alrededor de una mesa baja, compartiendo historias sobre bodas jordanias y cómo cada familia tiene su mezcla secreta de especias. Hubo un momento en que su hija me ofreció un trozo de pan—simplemente, sin hacer ruido—y me di cuenta de todo lo que la comida puede decir sin palabras.
La cena se alargó por horas, de verdad—perdí la noción del tiempo entre bocados de postre um ali y contando anécdotas de viaje con los demás invitados. Mohammed nos envió por email todas las recetas de su familia para que pueda intentar hacer maqluba en casa (aunque dudo que me quede igual). Al salir a la fresca noche de Amman, no dejaba de pensar en esa mesa: ruidosa, generosa, auténtica. Si buscas una clase de cocina en Amman que realmente te haga sentir parte de una familia, no solo seguir una receta, esta es tu oportunidad.
Sí, cualquiera puede participar—no se requieren habilidades previas.
En la casa familiar de Mohammed, en Amman.
Sí, se preparan platos veganos y vegetarianos si lo pides.
La experiencia dura entre 3 y 3.5 horas.
Prepararás baba ganoush, maqluba (pollo/arroz/verduras), ensaladas como fattoush o tabulé, y postres como um ali o muhalabieh.
Sí, todos compartimos la comida después de cocinar.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de la casa.
Sí, te enviarán todas las recetas por email tras la clase.
Tu noche incluye una clase práctica de cocina en la casa de Mohammed en Amman, todos los ingredientes para platos tradicionales jordanos (con opciones veganas o vegetarianas si quieres), cena compartida en cojines en el suelo al estilo local, y las recetas digitales enviadas por email para que puedas repetirlo en casa.
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