Aprenderás a preparar matcha en Asakusa, Tokio, con la guía de un instructor local cercano y auténtico. Prueba dos tipos de dulces japoneses, domina técnicas sencillas (aunque seas torpe) y comparte risas con otros viajeros en un ambiente íntimo, lejos del bullicio.
Antes de empezar, se me cayó un poco de polvo de matcha sobre la mesa — no fue mi mejor momento, pero nuestra anfitriona solo sonrió y me pasó un pequeño batidor de bambú. La clase estaba en un piso alto, cerca de esas callejuelas de Asakusa donde aún se oye el ruido de las persianas y se huele algo dulce (¿quizá anko?) que sube desde abajo. Éramos solo cinco, más Yuka-san, nuestra instructora, que llevaba un delantal verde suave y cambiaba entre un inglés tranquilo y un japonés rapidísimo con su compañera.
Yuka-san nos enseñó cómo sujetar el chawan — “sin apretar mucho”, dijo mientras hacía un círculo con las manos — y luego probamos a batir. Pensé que sería fácil, pero mi brazo se cansó rápido. El matcha sabía a hierba al primer sorbo, casi amargo, pero lo combinamos con unos wagashi en forma de flor que se derretían tan rápido que apenas noté la textura. Alguien preguntó sobre el significado de la ceremonia y Yuka-san explicó que no es tanto seguir reglas, sino disfrutar el momento y desacelerar juntos. Me gustó mucho eso.
Nos reímos cuando un chico intentó decir “oishii” y lo pronunció mal — hasta Yuka-san se rió. Todo fue muy relajado, nada rígido. La luz afuera ya se estaba apagando cuando terminamos; recuerdo pensar en lo tranquilo que se puso todo por un instante antes de volver a la calle llena de gente. Aún me viene a la mente ese sabor terroso que quedó después del último sorbo — algo que te conecta, ¿sabes?
Sí, no necesitas experiencia, el instructor te guía paso a paso.
La clase es en Asakusa, una zona tradicional de Tokio.
Sí, podrás probar dos tipos de dulces japoneses durante la experiencia.
Sí, el instructor te guiará en inglés durante toda la clase.
Sí, los bebés pueden sentarse en el regazo de un adulto o usar cochecito durante la clase.
Sí, el lugar es accesible para sillas de ruedas.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante la clase.
Tu sesión incluye práctica guiada para preparar matcha con todo el material necesario, degustación de dos dulces tradicionales japoneses junto al té, y una instrucción amable en inglés por un experto local en Asakusa — solo necesitas traer curiosidad (y ganas de dulce).
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?