Sumérgete en la gastronomía de Kyoto: amasa ramen a mano, dobla gyoza con un chef que se ríe de tus errores, y disfruta sake o cerveza mientras todo chisporrotea. Aprende técnicas reales para llevar a casa (con recetas), comparte historias durante el almuerzo y sal con el olor a ajo y caldo—pero de la mejor manera.
Es curioso cómo el aroma del caldo de cerdo a fuego lento te hace sentir en casa, aunque lleves solo una hora en Kyoto. Nos alejamos de la calle llena de gente—la lluvia aún empapaba nuestras chaquetas—y entramos a esta pequeña cocina donde el chef Sato ya se reía diciendo que “los primeros fideos de todos siempre salen raros”. Éramos cinco, con las mangas remangadas y harina sobre la mesa. Nunca había amasado masa para ramen; es más pegajosa de lo que imaginaba, con una textura elástica bajo las palmas. Sato nos enseñó a cortar los fideos finitos (los míos… no tanto), pero solo sonrió y dijo “¡estilo casero!”, lo que me relajó un poco.
Lo mejor no fue solo hacer el ramen, sino cuando nos pusimos a doblar los gyoza juntos. Mi amiga llenaba demasiado los suyos y uno se abrió en la sartén, chisporroteando tan fuerte que todos saltamos. Sato nos sirvió pequeños vasos de sake (“para dar valor”, bromeó) mientras esperábamos a que los dumplings quedaran crujientes. La cocina olía a ajo y aceite de sésamo tostado. Aún recuerdo esa primera mordida—tan caliente que casi me quemo la lengua, pero valió totalmente la pena. También hicimos arroz frito, esponjoso y con ese toque dulce-salado, aunque ya estábamos casi llenos para terminarlo.
Me gustó que nadie nos apurara—Sato respondió cada pregunta (incluso cuando alguien preguntó sobre ramen instantáneo vs fresco). Contó historias de su infancia cerca de Osaka y cómo su madre juzgaba su técnica de doblar con solo levantar una ceja. En un momento sacó fotos de nuestras creaciones torcidas para enviárnoslas por email después. Todo se sintió más como estar en casa de un amigo que en una clase. Cuando salimos ya era de noche; las luces de la ciudad se veían más suaves después de tanto calorcito adentro.
Sí, está abierta a todos los niveles y el chef guía paso a paso.
No, lamentablemente no se garantizan sustituciones por el uso de caldo de cerdo y harina de trigo.
Prepararás ramen desde cero, doblarás gyoza y cocinarás arroz frito japonés.
Sí, dos bebidas por persona—puedes elegir entre cerveza, sake o refrescos.
Sí, te entregan recetas digitales para que repitas los platos después del viaje.
La edad mínima es 6 años; los niños deben estar supervisados al usar cuchillos o en pasos similares.
No se especifica la duración exacta, pero habrá tiempo suficiente para preparar y disfrutar la comida juntos.
No se puede garantizar que la cocina sea libre de alérgenos, ya que no siempre es posible hacer sustituciones; considera esto antes de reservar.
Tu día incluye instrucción práctica con un chef profesional en Kyoto para preparar ramen desde cero, gyoza y arroz frito. Disfrutarás dos bebidas gratis—cerveza, sake o refrescos—y recibirás guías de recetas digitales más fotos tomadas durante la experiencia que te enviarán por email.
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