Manos a la masa en una cocina veneciana real, descubre los secretos del tiramisú clásico y comparte risas (y mucho vino) con locales y viajeros. Cocina en Dorsoduro, disfruta prosecco o vino tinto, y saborea tus propias creaciones en un ambiente relajado.
Confieso que me daba un poco de miedo amasar frente a desconocidos. Ya tenía las manos pegajosas cuando Marco, nuestro anfitrión, sonrió y dijo: “No te preocupes, los primeros raviolis de todos salen graciosos.” La cocina olía a harina y algo dulce — ¿sería el tiramisú empezando? La luz del canal afuera suavizaba todo el ambiente. Éramos seis alrededor de la mesa, con las mangas remangadas, riéndonos cuando la pasta de alguien se pegaba al rodillo. No esperaba reír tanto solo haciendo fettuccine.
Marco explicó cada paso sin que pareciera una clase aburrida. Nos sirvió prosecco (“para inspirarnos,” guiñó), y contó anécdotas sobre los trucos de su abuela para los raviolis perfectos. Cuando intentamos pronunciar “mascarpone” bien, casi se atraganta de la risa con mi acento — la verdad, todavía no lo digo bien. El relleno de espinaca y ricotta quedó más suave que cualquier cosa que haya hecho en casa. Y el tiramisú… bueno, tal vez puse demasiado cacao, pero a nadie le importó.
Cuando nos sentamos a comer lo que habíamos preparado — primero fettuccine con salsa de tomate, luego esos raviolis rellenos con mantequilla y salvia — se creó esa sensación de complicidad que surge tras compartir una pequeña aventura con gente que ya no te parece extraña. El vino siguió fluyendo (esta vez tinto), y alguien pidió café aunque ya casi era de noche. Salí a las calles de Dorsoduro con harina en los jeans y un ligero cosquilleo del limoncello. Todavía pienso en ese tiramisú cremoso en mi plato — y en cómo Venecia se sentía más cálida esa noche.
No se especifica el tiempo exacto, pero suelen durar unas 3 horas incluyendo el momento de la comida.
Sí, durante toda la clase hay prosecco, vino tinto, blanco y bebidas sin alcohol.
En un restaurante muy querido por los locales, ubicado en el barrio de Dorsoduro.
No, la clase es para todos los niveles y te guían paso a paso.
Fettuccine con salsa de tomate, raviolis rellenos de espinaca y ricotta con mantequilla y salvia, y tiramisú clásico.
Sí, el menú incluye platos vegetarianos como los raviolis de espinaca y ricotta y la pasta con salsa de tomate.
Sí, hay varias opciones de transporte público cerca del restaurante.
Se dispone de asientos especiales para bebés; el vino se sirve solo a mayores de 18 años.
Tu experiencia incluye una clase práctica en un restaurante veneciano donde prepararás pasta fresca — fettuccine con salsa de tomate y raviolis de ricotta y espinaca — y el clásico tiramisú. Todos los ingredientes están incluidos, además de prosecco o vinos locales ilimitados (y bebidas sin alcohol). Luego disfrutarás todo lo que cocinaste antes de volver a pasear por las calles de Dorsoduro.
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