Únete a Katia y Fulvio en su casa rural toscana cerca de San Gimignano para cocinar una comida completa desde cero: pasta casera, antipasti, quesos locales con miel y maridajes de vino. Ríe y aprende recetas familiares mientras compartes historias y sabores que se sienten como en casa.
Lo primero que noté fue el ruido de las ollas y el aroma de tomates cocinándose a fuego lento — nada sofisticado, solo auténtico. Katia nos saludó con las manos llenas de harina, y su tío Fulvio sonreía como si nos conociera de toda la vida. Su casa rural está a solo unos minutos de San Gimignano, pero parecía otro mundo, más tranquilo salvo por los pájaros afuera y alguien picando hierbas en la gran mesa de madera.
Confieso que estaba nervioso por hacer pasta desde cero (mis raviolis suelen pegarse), pero Fulvio simplemente se encogió de hombros y dijo: “Aquí manda el sentir, no las reglas”. Machacamos tomates para la bruschetta, rociamos un aceite de oliva con sabor fresco y fuerte, y probamos quesos con miel que hace la vecina de Katia. En un momento me pilló chupándome los dedos — se rió y dijo que así sabes que lo estás haciendo bien en la Toscana. La palabra clave aquí es clase de cocina toscana, pero en realidad se sentía más como ser parte de su familia por unas horas.
Hacer tagliatelle fue más desordenado de lo que esperaba. La masa se me pegaba en las manos y la harina me cubrió la camisa (dejé de intentar mantenerme limpio). Fulvio nos sirvió copas de vino tinto — lo llamó “combustible para el chef” — mientras estirábamos la pasta y discutíamos suavemente cuál salsa era la mejor. También había carne cocinándose, algo con romero y mucho sabor; todo el lugar olía a calidez y sabor. No podía dejar de mirar por la ventana donde la luz de la tarde iluminaba las colinas cerca de San Gimignano.
La comida se hizo esperar, pero fue lo mejor. Comimos lo que preparamos: bruschettas, pasta con dos salsas (todavía sueño con la de tomate), y luego un segundo plato con carne o verduras si querías. Todos hablaban a la vez — inglés, italiano, y gestos cuando faltaban las palabras. No fue perfecto ni formal, pero se sentía sincero, ¿sabes? Para el postre ya no me importaba mi acento ni el desorden en mi plato.
La casa rural está a unos 4 km de San Gimignano.
Sí, hay opciones vegetarianas y sin gluten si lo avisas con anticipación.
Harás antipasti (como bruschetta), pasta casera con dos salsas, un segundo plato (carne o vegetariano) y una degustación de quesos.
Sí, pueden asistir bebés y niños pequeños; se aceptan cochecitos o carriolas.
Sí, todas las áreas son accesibles y también el transporte.
Sí, cada plato va acompañado de vinos locales toscanos durante la comida.
Katia y su tío Fulvio son los encargados y maestros de la clase.
Tu día incluye todos los ingredientes para preparar un menú toscano completo bajo la guía de Katia y Fulvio en su cocina rural cerca de San Gimignano; cada plato va acompañado de vinos locales; se pueden adaptar menús vegetarianos o sin gluten; el lugar es accesible para sillas de ruedas; se admiten bebés y animales de servicio.
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