Entrarás en una cocina de Lecce donde amasarás orecchiette a mano, reirás con un chef local tomando café y limoncello, prepararás dos salsas clásicas y disfrutarás una cena casera con vinos de Salento. Prepárate para manos llenas de harina, nuevos amigos y recetas (más tu propia herramienta para pasta) para llevar un pedacito de Puglia a casa.
Nos refugiamos del sol de la tarde entrando en la cocina de Anna, donde el aire era más fresco y olía a harina y algo dulce — ¿quizás leche de almendra? Nos sirvió pequeños vasos de limoncello y puso un plato de aceitunas y quesos tan bonitos que daba pena tocarlos. No sé si era nervios o emoción, pero mis manos se sentían torpes mientras ella nos enseñaba a preparar el café leccese con hielo. Anna se rió cuando intenté decir “pasticciotto” (lo pronuncié fatal), pero solo sonrió y sirvió otra ronda.
Hacer orecchiette no es tan fácil como parece en YouTube. La masa es suave pero rebelde, y las pequeñas “orejitas” de pasta se me pegaban a los dedos. Anna tenía una técnica con el pulgar que parecía magia — me contó que su nonna se la enseñó cuando tenía cinco años. Nos turnamos para usar el ferretto para los maccheroni, que es un palito de metal delgado que crea tubos perfectos si no aprietas demasiado (yo apreté de más). Para entonces estábamos todos llenos de harina y riéndonos cada vez que se nos caía un pedacito al suelo.
Las salsas se cocinaban mientras nos sentábamos a la mesa con copas de vino tinto local — aún puedo saborear esa salsa de tomate, fresca y sencilla, nada que ver con las de bote en casa. La cena se alargó horas; pasábamos el pan, compartíamos historias en medio inglés y medio italiano. El marido de Anna apareció para servir más vino y contarnos sobre su playa favorita cerca de Otranto. De postre hubo algo con limón, y otro vasito pequeño — esta vez limoncello casero, ácido y dulce a la vez. Volver caminando por las calles tranquilas de Lecce después de tanta comida fue como flotar. Sigo pensando en lo normal que debe ser para ellos, y lo especial que fue para mí.
Sí, es práctica y guiada paso a paso por un chef local, no necesitas experiencia previa.
Prepararás orecchiette, maccheroni al ferretto con dos salsas (tomate; garbanzo/verduras), además de aperitivos y postre.
Sí, durante la cena se sirven vinos locales (tinto, rosado, blanco), café y limoncello casero.
Si avisas con antelación sobre restricciones, pueden adaptar algunos platos.
Se requiere un mínimo de dos personas por reserva para esta actividad.
Recibirás las recetas impresas y tu propio ferretto para pasta como recuerdo.
La clase se hace en Lecce, la capital barroca de Apulia, en la cocina de una casa local.
Tu velada incluye un aperitivo de bienvenida con especialidades de Salento, café leccese con hielo, clase práctica haciendo orecchiette y maccheroni al ferretto con un chef local, dos salsas clásicas preparadas juntos, cena con pan casero, postre, vinos locales (tinto/rosado/blanco), limoncello casero y te llevarás recetas y tu propia herramienta para pasta como recuerdo.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?