Únete a expertos locales en vinos en el barrio Bastide de Bordeaux para una cata relajada de seis vinos acompañados de quesos y charcutería regional. Recibe consejos amables sobre las diferencias entre la rive gauche y droite, trucos para maridar y tiempo para charlar en una sala acogedora de piedra o un patio privado. Más que una clase formal, es una mesa compartida donde descubrirás nuevos favoritos (y quizá algunas notas para casa).
Casi no encuentro el lugar al principio — el barrio de Bastide no es donde uno esperaría una cata de vinos en Bordeaux. Mi móvil intentó mandarme dos veces por el puente, pero al final vi el viejo edificio de piedra escondido tras un pequeño patio. Se olía a lluvia sobre el pavimento cálido y algo salado que salía del interior. Mathilde me saludó con la mano, sonriendo como si supiera lo perdido que estaba (quizá sí lo sabía).
Dentro, parecía más el salón de alguien que una clase — paredes de piedra tosca, sillas diferentes entre sí y una mesa ya puesta con copas y trozos de queso que daban pena tocar. Cécilia empezó suave, preguntándonos qué nos gustaba realmente del vino (yo me puse nervioso y dije “tinto”, lo que provocó risas). Nos guió por seis vinos de Bordeaux — dos blancos tan distintos que tuve que comprobar que ambos eran de aquí, tres tintos (uno era una mezcla terrosa que sabía a hojas de otoño), y al final uno suave que me hizo detenerme antes de coger más queso.
¿Lo mejor? Nadie nos habló de forma condescendiente. Cuando confundí la “rive gauche” con la “rive droite”, Mathilde solo sonrió y señaló hacia el Pont de Pierre — “Esa es tu brújula.” En un momento alguien preguntó por las reglas del maridaje y en vez de dar una charla, Cécilia pasó jamón curado para que probáramos con cada copa. El folleto que nos dieron sigue en mi bolso; tengo pendiente repasarlo cuando abra algo en casa.
No fue nada formal ni rígido — solo buen vino, buena comida y gente que realmente quería que disfrutáramos. Toda la zona de Bastide parece estar cambiando rápido, pero durante una o dos horas solo hubo risas rebotando en las viejas paredes de piedra y ese murmullo tranquilo que se crea cuando todos prueban algo nuevo juntos. Sigo pensando en ese último sorbo.
La cata se hace en el barrio Bastide, en la rive droite de Bordeaux, a unos 200 metros del Pont de Pierre.
Probarás seis vinos de Bordeaux: un vino sorpresa, dos blancos secos, tres tintos y uno suave.
Sí, se sirven quesos y charcutería regional como acompañamiento de los vinos.
Sí, Mathilde y Cécilia son profesionales formadas en la Universidad del Vino.
Claro, la experiencia está pensada para que sea accesible a todos los niveles.
Sí, las botellas de los vinos degustados están disponibles para comprar en el lugar.
Las catas pueden hacerse en la sala o bodega interior, según el clima.
No, no hay recogida; hay opciones de transporte público cerca.
Tu día incluye una cata guiada de seis vinos seleccionados de Bordeaux — tintos y blancos — acompañados de quesos y charcutería regional en un acogedor espacio del barrio Bastide. Recibirás un folleto de cata para seguir explorando sabores en casa.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?