Únete a un grupo pequeño en el campo de Dubrovnik para cocinar platos dálmatas con anfitriones locales: corta verduras frescas, hornea pan, prueba vino casero y ríe mientras disfrutas un menú de cuatro tiempos. Hospitalidad de verdad, charlas sinceras y sabores que recordarás mucho después de salir de Croacia.
No esperaba sentirme tan a gusto tan rápido en el campo de Dubrovnik. El aire olía a romero y humo de leña cuando bajamos de la furgoneta — nuestra guía, Ana, nos llamó con una mano cubierta de harina. Tenía esa forma de hablar que te atrapa, incluso cuando solo explicaba cómo cortar cebollas para la zelena menestra. Intenté no llorar (sobre todo por las cebollas), pero ella se rió y me ofreció una copa de vino tinto antes de empezar la clase de cocina. La verdad, la necesitaba.
La cocina estaba animada pero sin prisas — ventanas abiertas, gallinas cacareando afuera. Todos fuimos turnándonos para amasar el pan y cortar verduras del huerto mientras Ana contaba historias sobre la peka de su abuela y cómo cada familia la prepara un poco diferente aquí. Hubo un momento en que la sopa empezó a hervir a fuego lento y todo quedó en silencio salvo por alguien tarareando bajito — creo que era el primo de Ana. El aroma me recordó a mi infancia, aunque nunca había probado nada igual.
La comida se convirtió en un festín más grande de lo que esperaba: embutidos de su bodega, esa sopa reconfortante y luego carne cocinada a fuego lento con verduras recién recogidas. Después del postre (un pastel que solo hacen en ocasiones especiales) sirvieron licores caseros, y nos sentamos a compartir anécdotas de viajes y divertidos intentos de pronunciar croata. Mi pan salió algo torcido, pero a nadie le importó — Ana dijo que así sabes que es auténtico. De camino a Dubrovnik, no dejaba de pensar en lo fácil que es sentirse invitado y no turista cuando la gente abre su cocina así.
La clase dura unas 5 horas, incluyendo los traslados.
Sí, se incluye recogida y regreso en vehículo privado desde el hotel.
Sí, se pueden preparar comidas vegetarianas y sin gluten si se avisa con antelación.
Prepararás platos tradicionales como peka o zelena menestra, pan casero, sopa con verduras del huerto y un pastel típico local.
Los grupos son pequeños, de 8 a 10 personas, para una experiencia más personal.
Sí, durante la comida se sirven vinos caseros blancos y tintos, además de licores.
La clase se lleva a cabo en el pintoresco campo cercano a Dubrovnik.
Esta experiencia se ofrece solo en grupos pequeños, no como tour privado completo.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en coche o minivan privado, todos los ingredientes para un menú de cuatro tiempos (con opciones vegetarianas o sin gluten si es necesario), guía local en su cocina campestre, licores caseros y vino local durante la comida, además de café o té antes de volver a la ciudad.
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