Prueba la auténtica comida callejera de Hoi An—desde banh mi hasta dumplings white rose—y recorre callejones secretos con un guía local que conoce cada atajo y puesto que vale la pena. Este tour no es de restaurantes fancy; es para comer como lo hacen los locales cada noche.
El aire de la tarde en Hoi An tiene algo especial: una calidez suave que se siente cuando el sol se esconde tras los tejados de tejas. Nuestro guía, Minh, nos recogió en el hotel alrededor de las 4 pm, justo cuando los puestos de comida empiezan a salir a las aceras. No fuimos a los sitios típicos para turistas; Minh nos llevó por callejones estrechos donde realmente comen los locales. La primera parada fue un café diminuto que nunca habría encontrado solo: taburetes de plástico, ventiladores antiguos zumbando arriba, y una mujer sirviendo un té verde fuerte en tazas con bordes gastados. El aroma a cerdo a la parrilla flotaba desde algún rincón cercano.
Recorrimos calles iluminadas por faroles mientras caía el crepúsculo, pasando por pequeños mercados y familias montando sus puestos nocturnos. En una esquina, Minh nos dio banh mi recién hecho: pan crujiente relleno de cerdo y verduras encurtidas, aún tibio del horno. Luego probamos los dumplings white rose, delicados y suaves, preparados por una familia que lleva décadas con la receta (Minh dijo que es un secreto). También degustamos pancakes crujientes rellenos de camarones y hierbas, mojados en una salsa ácida que me dejó los dedos pegajosos pero felices.
Cerca del Puente Japonés, probamos los fideos Cao Lau, gruesos y con un toque ahumado por cocinarse en agua con ceniza de madera (Minh explicó que eso los hace únicos aquí). Si te atreves, también ofrecen huevo balut, ¡totalmente opcional! Ya de noche, el aire olía a carbón y a dulces de arroz. Terminamos en una plaza pública donde los locales jugaban Bai Choi, una especie de bingo vietnamita cantado en voz alta. Me animé a jugar una ronda; no gané, pero me reí un montón. Sobre las 8 pm dimos por terminado el tour; los taxis estaban fáciles de encontrar justo afuera de las calles iluminadas por faroles, por si necesitas volver al hotel.
La mayoría de los platos llevan carne o mariscos, pero cuéntanos tus necesidades y haremos lo posible por adaptar algunas paradas o sugerirte opciones.
El recorrido es de unos 2-3 km a ritmo tranquilo, con muchas paradas para comer y descansar.
¡Sí! Los niños son bienvenidos. Solo avísanos si necesitas asiento para bebés o tienes alguna petición especial para los más pequeños.
El tour se hace con lluvia o sol; lleva paraguas o chaqueta ligera por si acaso. La mayoría de los puestos tienen algo de cobertura.
Incluye recogida en tu hotel, toda la comida y bebida del menú (banh mi, dumplings, fideos, pancakes, rollitos de cerdo BBQ), una cerveza y agua embotellada por persona, un guía local en inglés que conoce cada rincón de Hoi An, tu entrada al casco antiguo y ayuda para encontrar taxi al final si lo necesitas.
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