Explorarás las bodegas boutique de Stellenbosch en un grupo pequeño y relajado, probarás vinos espumosos premiados (MCC), conocerás a enólogos apasionados y descubrirás maridajes únicos, todo con un guía local experto que se encarga de cada detalle.
El aire de la mañana en Ciudad del Cabo se sentía fresco cuando nuestro guía llegó justo a tiempo. Tras un saludo rápido, partimos rumbo a las tierras vinícolas. Nuestra primera parada fue un viñedo famoso por poner música clásica a sus vides. Había leído que este lugar ganó el premio Decanter al mejor chardonnay, pero ver esas colinas ondulantes en persona fue otra cosa. Degustamos su MCC (Méthode Cap Classique, la respuesta sudafricana al Champagne) mientras picábamos algunas delicias locales. La vista desde la sala de degustación se extendía sobre filas ordenadas de viñas y montañas lejanas; sinceramente, podrías quedarte ahí todo el día.
Al cruzar Stellenbosch, nuestro guía señaló la universidad, la más antigua de Sudáfrica, y compartió historias sobre las raíces holandesas del pueblo. Las calles estaban bordeadas de viejos robles y pequeñas cafeterías. Al pasar, se percibía el aroma de granos tostándose; es ese tipo de lugar.
Luego visitamos una bodega reconocida por elaborar el primer vino espumoso de Sudáfrica. Paseamos entre viñas bañadas por el sol mientras el enólogo nos contaba cómo comenzó el MCC aquí hace décadas. Almorzamos en su restaurante en la viña: pan fresco, quesos locales y una copa de burbujeante que sabía a tardes de verano. No estaba incluido en el precio del tour, pero valió totalmente la pena.
Por la tarde, visitamos otra finca conocida por su Cap Classique Rosé original. La visita a la bodega fue práctica: pudimos ver cómo remueven y embotellan cada lote a mano. Degustar sus espumosos junto con chocolates artesanales fue un momento destacado; nunca imaginé que el chocolate oscuro combinaría tan bien con las burbujas.
La última bodega era más pequeña y acogedora. Conocimos a la enóloga, quien nos explicó cómo maridar tintos al estilo Burdeos con quesos cremosos locales. Hay algo especial en charlar mientras te sirven una copa hecha por la misma persona que la creó.
Para cerrar, tuvimos dos opciones: probar ginebra local y cerveza artesanal en un lugar relajado o disfrutar una última copa de MCC en un mirador al atardecer popular entre los locales (depende del día). De cualquier forma, fue el final perfecto antes de regresar a Ciudad del Cabo mientras el crepúsculo caía sobre la Montaña de la Mesa.
No, el almuerzo no está incluido, pero hay tiempo para pedir en un restaurante de la viña con excelentes opciones.
Visitarás cuatro fincas boutique de vino más una parada extra para ginebra/cerveza artesanal o bebidas al atardecer, según el día.
Se ofrecen recogidas dentro de un radio seleccionado del centro de Ciudad del Cabo; verifica tu ubicación al reservar.
El enfoque es la degustación de vinos, pero puedes unirte para disfrutar del paisaje e historia si prefieres opciones sin alcohol.
Tu día incluye recogida y regreso dentro del centro de Ciudad del Cabo, todas las degustaciones y maridajes (snacks o quesos), visitas a cuatro fincas boutique, un guía local experto y la comodidad de un grupo pequeño para una experiencia más personal.
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