Camina por la finca Fond Doux en Santa Lucía con locales que conocen cada árbol, abre vainas de cacao frescas, baila (sí, en serio), y moldea tu propia barra de chocolate con ayuda de chocolateros expertos. Disfruta agua de coco bajo la sombra y llévate a casa dedos pegajosos y una historia para contar.
Entré a la finca Fond Doux sin saber muy bien qué esperar — tal vez un vistazo rápido a los árboles de cacao, algo de charla sobre chocolate, ¿sabes? Pero de inmediato el aire olía distinto. Terroso, pero dulce también. Nuestro guía, Samuel, nos llamó con una gran sonrisa y empezó a contarnos historias sobre cómo el chocolate ha sido parte de Santa Lucía desde siempre. Tomó una vaina de cacao y la abrió ahí mismo — probé la pulpa (ácida y resbalosa, nada que ver con lo que imaginaba que sabría el chocolate). De fondo, unas gallinas caminaban picoteando sin rumbo.
Recorrimos los antiguos edificios de la finca mientras Samuel nos explicaba cómo procesan todo a mano. Luego llegó algo llamado “Baile Cocao-rina” — que me hizo reír porque no soy mucho de bailar, pero todos nos unimos igual. El suelo estaba fresco bajo mis pies y alguien puso música en su teléfono. Se sentía tonto pero liberador, ¿no? Después hicimos nuestras propias barras de chocolate con una de las chocolateras (creo que se llamaba Marie). Me enseñó a verter y moldear el chocolate — la mía quedó un poco irregular pero con un sabor intenso y un toque afrutado. Bebimos agua de coco directo de la cáscara; fría y con un dulzor salado después de tanto revolver.
Me fui con las manos manchadas y una barra de chocolate envuelta en papel — todavía tibia de haberla hecho. Todo duró unas dos horas pero, honestamente, podría haberme quedado más tiempo solo escuchando a Samuel hablar de su infancia aquí. Si buscas una clase privada de chocolate en Santa Lucía que sea realmente personal (no solo mirar a través de un vidrio), esta es la indicada. Aún recuerdo ese sabor raro y ácido de la pulpa fresca de cacao.
La experiencia dura aproximadamente 2 horas.
No incluye recogida en hotel; hay estacionamiento gratis si no te alojas en el resort.
Aprenderás sobre el procesamiento del cacao, participarás o verás el Baile Cocao-rina, harás tu propia barra de chocolate y disfrutarás agua de coco.
No incluye almuerzo; solo agua de coco y tu barra de chocolate hecha a mano.
Se aceptan visitantes sin reserva si hay espacio, pero se recomienda reservar con anticipación.
Llega 10 minutos antes; es recomendable llevar calzado cómodo para caminar por la finca.
La actividad es apta para casi todas las edades; consulta directamente si tienes necesidades especiales.
Tu día incluye un recorrido guiado por la finca Fond Doux, formación práctica con chocolateros expertos para crear tu propia barra desde cero, acceso para ver el procesamiento tradicional del cacao (y participar en el Baile Cocao-rina si quieres), además de agua de coco fría para beber y estacionamiento gratuito si vas en coche.
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