Recorre el Mercado Surquillo de Lima con un guía local, prueba frutas que no conocías y cocina platos peruanos clásicos en un estudio en Miraflores junto a un chef profesional. Risas, sabores nuevos y historias que quedan para siempre — además, el almuerzo está incluido.
Parpadeé y de repente estaba codo a codo con la señora Rosa en el Mercado Surquillo Número 2, el aire impregnado de cilantro y un aroma dulce que no lograba identificar. Nuestro guía, Diego, ya nos llamaba hacia un puesto repleto de maíz morado y unas frutillas doradas pequeñas — lúcuma, dijo mientras me pasaba una. Por dentro es suave, casi polvorienta, nada que haya probado antes. Los vendedores sonreían cuando intentábamos hablar en español; uno incluso nos dejó probar un trozo de mango que me goteó por la muñeca. El mercado vibraba con el ruido de gente regateando y niños corriendo entre los puestos — parecía que nos habíamos metido en la rutina diaria de alguien más.
Después de elegir pollo (aunque casi cambio por pescado en el último momento — puedes combinar opciones si lo pides), nos dirigimos al estudio de cocina en Miraflores. El lugar es acogedor y luminoso, con ventanas empañadas por el vapor de las ollas. Nuestra chef, Carmen, nos enseñó a cortar cebolla “a la peruana” — más finita de lo que nunca logro en casa. Se rió cuando intenté pronunciar ají amarillo (definitivamente no lo logré). Cocinamos juntos en vez de solo mirar; mis manos olían a lima horas después. El almuerzo fue ruidoso, desordenado y lleno de historias sobre cada ingrediente. Esa fue mi parte favorita.
No esperaba aprender tanto sobre Perú solo preparando el almuerzo. Carmen nos contó las recetas de su abuela y por qué el ceviche debe comerse al instante — algo sobre cómo cambia el pescado después de diez minutos en jugo de lima. Hubo tiempo para preguntas (alguien preguntó por opciones veganas — ella solo asintió y dijo “claro que sí”). Todo se sintió menos como una clase y más como ser invitado a la cocina de alguien por unas horas. Todavía recuerdo ese primer bocado de causa — puré de papa pero nada parecido a lo que conocía.
No, pero hay opciones de transporte cerca y el punto de encuentro es fácil de llegar.
Sí, todos los platos pueden adaptarse a dietas vegetarianas o veganas si avisas con anticipación.
El recorrido es en el Mercado Surquillo Número 2 en Lima.
Puedes combinar opciones (por ejemplo, entrada de pollo y plato principal de pescado), pero consulta antes.
Sí, es apta para todos los niveles y cuentan con asientos especiales para bebés si es necesario.
No especifican duración exacta, pero incluye visita al mercado y la clase de cocina con almuerzo.
Sí, las ganancias ayudan a financiar proyectos sociales a través de su ONG hermana Reciprocity.
Tu día incluye guía profesional y chef durante el tour en el Mercado Surquillo Número 2 y la clase práctica en Miraflores; todas las comidas preparadas durante la clase están incluidas; el traslado entre lugares es en vehículo con aire acondicionado; se pueden adaptar dietas si se avisa con tiempo.
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