Vas a cocinar junto a locales en Cozumel, aprendiendo recetas mayas ancestrales como la cochinita pibil y el sikilp’aak’. Prepárate para risas con la masa pegajosa, nuevos sabores con ingredientes frescos y las historias reales detrás de cada plato. Es una experiencia práctica que se siente como compartir un almuerzo en familia, no solo mirar desde afuera.
Ya estábamos metidos hasta los codos en la masa cuando me di cuenta de cuánto había subestimado la comida maya. La cocina olía a maíz asado y algo cítrico — nuestra guía, Mariana, sonreía mientras me pasaba un tazón con pasta de achiote. “Esto es para la cochinita pibil,” me explicó, mostrándome cómo frotarla en la carne de cerdo. Intenté repetir el nombre, pero seguro lo dije mal; Mariana se rió y lo dijo mejor que yo. De fondo se escuchaba música, no muy fuerte, justo para acompañar el ritmo mientras trabajábamos.
No esperaba que los frijoles con cerdo supieran tan diferentes aquí — con un toque ahumado y terroso, nada que ver con lo que había probado en casa. Nos turnamos para moler especias en una piedra (mis brazos todavía lo recuerdan) y luego probamos sikilp’aak’ con tortillas calientes que hicimos nosotros mismos. La textura era más rústica que las compradas, pero la verdad, mucho más rica. En un momento, una vecina asomó la cabeza para saludarnos y nos dio una mini clase sobre cómo pronunciar “milpa.” Aún no sé si lo hice bien.
De postre nos sirvieron un pan de maíz — sin harina, solo maíz — suave y dulce, pero también ligero de alguna manera. Al final nos sentamos todos juntos alrededor de la mesa, un poco acalorados y riendo por quién había derramado algo o a quién se le había pegado más la masa en las manos. No se sentía como una clase, sino como ser parte de una cocina familiar por una tarde. No dejo de pensar en ese primer bocado de cochinita pibil — naranja brillante por el achiote, con un toque ácido del jugo de naranja agria — y en lo distinto que sabe cuando lo haces tú mismo.
Prepararás frijoles con cerdo, cochinita pibil marinada con semillas de achiote y jugo de naranja agria, sikilp’aak’ (un antojito regional) y pan de maíz sin harina.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, pueden asistir bebés; pueden ir en cochecito o sentarse en el regazo de un adulto. También hay asientos especiales para bebés.
Sí, probarás todos los platillos que prepares durante la clase.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de la ubicación.
Sí, los animales de servicio están permitidos en esta actividad.
Tu día incluye la preparación práctica de platillos clásicos mayas como la cochinita pibil y el sikilp’aak’, con la guía de cocineros locales en cada paso, además de muchas oportunidades para probar todo lo que hagas antes de volver a disfrutar del sol de Cozumel.
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