Flotarás sin peso en agua tibia mientras tu guía te lleva por un masaje acuático Janzu suave en Ciudad de México. Con todo el equipo incluido y apoyo constante, experimentarás una relajación profunda y una calma emocional que perdura mucho después de salir de la piscina.
Lo primero que noté fue el silencio — no un silencio total, sino ese sonido denso y suave que se siente bajo el agua. Nunca había probado Janzu, así que cuando nuestra guía (se llamaba Ana) me dio la pinza para la nariz y los tapones para los oídos, me sentí un poco extraño. La piscina estaba tibia, casi a temperatura corporal, y se percibía un leve aroma a eucalipto que venía de algún lugar cercano. Cuando Ana me ayudó a recostarme, con sus manos firmes bajo mi cuello y rodillas, me di cuenta de lo raro que es confiar así en alguien — simplemente dejarse llevar y flotar mientras ella me movía suavemente en el agua.
Después el tiempo se volvió extraño. Pensaba en cómo parecía que la gravedad desaparecía — mis brazos se elevaban sin esfuerzo, como si no fueran míos. Ana casi no hablaba, solo preguntaba si estaba cómodo (“¿todo bien?”), pero sus movimientos eran lentos y casi hipnóticos. A veces me giraba suavemente en círculos o me mecía de lado a lado; podía escuchar mi propia respiración resonando dentro de los tapones. Se parecía un poco a esos baños de la infancia, o tal vez a algo aún más lejano (Ana dijo que Janzu busca recordar la seguridad del útero — no sé si lo creo del todo, pero sí es cierto que da una sensación extraña de protección).
Perdí la noción del tiempo por completo — en un momento pensé que habían pasado unos veinte minutos, pero fueron casi una hora. Para entonces mis músculos estaban como gelatina. Cuando Ana finalmente me ayudó a sentarme, todo fuera del agua parecía más nítido: los colores más vivos, los sonidos más claros. Me envolvió en una manta y me ofreció un té de hierbas (menta dulce). No hubo un momento “wow” durante la sesión — solo una relajación lenta que me acompañó varios días después. Es difícil explicarlo si no lo has vivido.
Janzu es una técnica de trabajo corporal en agua que se enfoca en la relajación, la atención plena y la sanación emocional mediante movimientos suaves en agua tibia.
La sesión suele durar alrededor de una hora desde el inicio hasta el final.
Sí, Janzu es apto para todas las edades y condiciones físicas, incluyendo quienes se recuperan de lesiones o manejan dolor crónico.
Se proporcionan pinza nasal y tapones para oídos, además de un colchón y una manta; solo necesitas traer tu traje de baño.
No es necesario saber nadar; la guía te apoyará durante toda la sesión.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar.
Tu sesión incluye todo lo necesario: pinza nasal y tapones para mayor comodidad en el agua, además de colchón y manta para que puedas relajarte por completo antes de salir.
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