Recorre las calles retro de Shima Onsen con un guía local de toda la vida, visita posadas históricas relacionadas con “El viaje de Chihiro” y disfruta dulces frescos de aguas termales en cafés acogedores. Conecta con los residentes y déjate envolver por el encanto de la era Showa mientras aprendes sobre la cultura tradicional de las termas. Un viaje en el tiempo que no olvidarás.
El vapor se elevaba de las estrechas canaletas mientras caminábamos por la calle principal de Shima Onsen; se escuchaba un suave murmullo del agua y de vez en cuando llegaba un aroma mineral al aire. Nuestro guía, que parecía conocer a todos por su nombre, señalaba los carteles desgastados y nos contaba cómo el pueblo sigue gestionando sus fuentes termales igual que hace décadas. Vi bicicletas antiguas apoyadas en las fachadas de madera y un par de locales charlando frente a una tienda de tofu, saludándonos al pasar.
Entramos en una posada que dicen es una de las más antiguas de Japón, y la verdad, parecía que estábamos en el set de una película. El crujido de las tablas y la luz que se colaba a través de las pantallas de papel hacían fácil imaginar escenas de “El viaje de Chihiro”. Nuestro guía compartió historias de huéspedes famosos y pequeñas tradiciones que se mantienen desde la era Showa. El ritmo era tranquilo; nadie nos apuraba, así que pudimos fijarnos en detalles como el musgo que crece entre las piedras del camino antiguo.
Más tarde, paramos en el Café Kashiwaya para probar dulces. Los bollos al vapor de las aguas termales estaban calientes y esponjosos, con un toque dulce que se quedaba en el paladar tras cada bocado. También probé un pastel estilo occidental, sorprendentemente ligero y con fruta local en su interior. Sentado allí, con las manos alrededor de una taza de té y viendo pasar a la gente en yukata, sentí que había encontrado un ritmo más pausado para la tarde.
El recorrido es de unos 3 kilómetros (1.8 millas) a un ritmo tranquilo, con paradas en sitios históricos y cafés. La mayoría lo encuentra cómodo, incluso si no suelen caminar mucho.
Sí, podrás probar dulces típicos como bollos al vapor de aguas termales y pasteles en dos tiendas o cafés diferentes durante la visita.
La ruta es mayormente plana, pero hay tramos con piedras irregulares y edificios antiguos sin rampas. No es ideal para quienes tengan dificultades importantes de movilidad.
El guía tiene experiencia con visitantes internacionales y puede explicar lo básico en inglés. Podrás disfrutar de los puntos principales aunque no hables japonés.
Tu experiencia incluye la compañía de un guía que lleva más de 40 años viviendo en Shima Onsen, además de degustaciones de dulces locales en dos tiendas o cafés, como bollos al vapor frescos y delicados pasteles japoneses. Todos los puntos están a poca distancia a pie, y tendrás muchas oportunidades para charlar con los locales o preguntar sobre la cultura termal. También hay opciones de transporte público cerca para facilitar tu llegada.
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