Aprenderás a amasar pasta fresca a mano en una cocina de Riomaggiore, prepararás dos recetas clásicas y tiramisú con una cocinera local, brindarás con prosecco en un aperitivo italiano y compartirás risas y almuerzo con nuevos amigos. Prepárate para manos llenas de harina y recuerdos para toda la vida.
“Para esta parte tendrás que usar todo el brazo,” sonrió Francesca, nuestra anfitriona, con harina en la mejilla. Yo ya me estaba riendo porque mi masa parecía más un panqueque que algo italiano, pero eso la hacía especial. La ventana de la cocina estaba entreabierta, dejando entrar el aire salado de Liguria y la música que se colaba desde la calle. Éramos solo siete alrededor de la gran mesa de madera—algunos amigos, otros desconocidos—estirando la ‘sfoglia’ en nuestro primer intento de pasta fresca. No esperaba que fuera tan… relajante. Quizá era el ritmo o simplemente la sensación de estar en casa de alguien en Riomaggiore.
Francesca nos enseñó a hacer dos tipos de pasta (todavía me cuesta pronunciar trofie), compartiendo trucos que aprendió de su abuela. Mientras trabajábamos, nos sirvió prosecco—al parecer, así es como empieza una clase de cocina aquí—y nos pasó pequeños cuencos con aceitunas y queso. En un momento me distraje con el aroma del ajo friéndose y casi sobreamaso la masa. A nadie le importó; Li, que venía de Singapur, bromeó diciendo que habíamos inventado una nueva forma. La palabra clave aquí es sin duda “clase de pasta y tiramisú en Riomaggiore”, pero lo que más me quedó fue la tranquilidad que se respiraba cuando empezamos a montar el mascarpone para el tiramisú.
No sé si fue el vino blanco local o las historias que Francesca contó sobre su familia, pero al llegar el postre ya estábamos compartiendo anécdotas de dónde veníamos. El tiramisú sabía más ligero que cualquiera que haya probado antes—quizá es distinto cuando lo haces tú mismo y te animan mientras cocinas. Cuando finalmente nos sentamos a comer todo lo que habíamos preparado, hubo un silencio especial antes de que alguien levantara el tenedor. Fue un momento para guardar en la memoria, ¿sabes?
La clase es en grupo pequeño, con un máximo de 12 personas por sesión.
Sí, comerás todo lo que prepares, incluyendo dos tipos de pasta y tiramisú.
Incluye agua, vinos locales, café y un aperitivo italiano con prosecco.
En una casa local cuidadosamente seleccionada en el pueblo de Riomaggiore.
No, la anfitriona guía a todos paso a paso, sin importar el nivel.
Es una clase grupal compartida, ideal para conocer a otros viajeros.
La clase se centra en pasta tradicional y tiramisú; avisa a la anfitriona si tienes necesidades especiales.
No se especifica el tiempo exacto, pero suele durar varias horas incluyendo la comida.
Tu día incluye lecciones prácticas para preparar dos pastas icónicas y tiramisú casero en una casa local de Riomaggiore, un aperitivo italiano con prosecco y aperitivos para empezar, todas las bebidas (agua, vino, café), degustar todo lo que cocines como comida y muchas historias de tu anfitriona durante el recorrido.
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