Recorre los pueblos de piedra volcánica del Etna en un grupo pequeño, prueba vinos locales directamente en bodegas familiares y disfruta un almuerzo casero en una antigua granja. Con guía local y recogida en hotel, vivirás la verdadera calidez siciliana — y quizás aprendas a decir “buon appetito” sin hacer reír a todos.
Quizás no debería admitirlo, pero pensé que la minivan se sentiría apretada — sin embargo, con solo seis personas más nuestra guía Giulia (que es de un pueblo cerca del Etna), parecía más como subir al coche de un primo que algo oficial. Recorrimos esos pueblitos donde las casas son de piedra oscura y siempre hay alguien afuera barriendo o saludando al pasar. Giulia no paraba de señalar cosas que nunca habría notado — higueras brotando entre la lava, viejos jugando a las cartas bajo un toldo desgastado. El aire olía casi dulce, mezclado con un aroma terroso que al principio no supe identificar.
La primera parada fue en una bodega familiar que parecía detenida en el tiempo, como si no hubiera cambiado en cincuenta años. El dueño nos recibió con una copa de vino blanco tan frío que se me empañaron las gafas (me reí de mí mismo). Paseamos por las bodegas — frescas y algo húmedas — mientras nos explicaba cómo el suelo del Monte Etna hace que su vino tenga un sabor único. No sé si entendí todo, pero probar esas aceitunas y tomates secos con la segunda copa me hizo olvidar la teoría. Alguien preguntó por el queso y él solo encogió los hombros: “Lo hace mi hermana.” Eso tenía algo de especial, muy auténtico.
El almuerzo fue en una antigua granja — mesas largas, sillas desparejadas, la luz entrando a través de cortinas de encaje. Había unos pasteles rellenos de ricotta y limón que todavía me vienen a la mente cuando me da hambre a altas horas. En un momento Giulia intentó enseñarnos a decir “buon appetito” bien; Li se rió cuando lo intenté (seguro que lo arruiné). Todo fue muy relajado — nadie nos apuró para volver a la van ni se quedó encima de nuestros platos. La verdad, cuando llegó la hora de regresar a Taormina, me pareció un poco brusco, pero nos dejaron justo en la puerta del hotel.
Sí, la recogida y el regreso están incluidos desde alojamientos en Taormina, Letojanni o Giardini Naxos.
El grupo pequeño tiene un máximo de 8 personas.
Sí, el almuerzo con productos orgánicos del Etna se sirve en una granja o finca local.
Sí, se pueden solicitar opciones vegetarianas al reservar.
Probarás varios vinos del Etna (normalmente cinco), incluyendo variedades blancas y tintas locales.
La duración total es de unas 6 horas aproximadamente.
Sí, el transporte ida y vuelta es en una minivan Mercedes con aire acondicionado.
El tour es apto para todos los niveles de condición física.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en la zona de Taormina en una minivan Mercedes con aire acondicionado. Disfrutarás catas guiadas en una bodega familiar (con cinco vinos locales), probarás quesos y aperitivos orgánicos, y luego almorzarás platos tradicionales y pasteles del Monte Etna antes de regresar con tu guía.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?