Recorrerás el Oltrarno de Florencia con un guía local, degustando vino Chianti, aprendiendo a preparar tu propio Negroni, compartiendo platos de pasta toscana y bistec a la florentina en una trattoria acogedora, y terminando con gelato artesanal. Risas, historias reales tras antiguas ventanas de vino y sabores que recordarás mucho después de irte de Florencia.
Lo primero que recuerdo es esa luz cálida de las farolas en Oltrarno, reflejándose en las viejas paredes de piedra mientras nuestro grupo seguía a Giulia (nuestra guía, que parecía conocer a todo el mundo). Apenas habíamos doblado la esquina de Santo Spirito cuando nos metimos en un pequeño bar de vinos sin cartel, solo risas que se escapaban a la calle. Dentro olía a pan tostado y algo terroso, ¿aceite de trufa tal vez? Perdí la noción del tiempo entre Chianti Classico y bruschettas. Alguien en la mesa de al lado me guiñó un ojo cuando intenté pronunciar “schiacciata”—y aún no sé si lo hice bien.
No esperaba preparar mi propio Negroni. Giulia me pasó una coctelera y sonrió como si supiera que la iba a liar (y así fue). El barman nos enseñó el truco—partes iguales de gin, vermut y Campari—y luego nos dejó probar. Mi primer sorbo fue fuerte, pero perfecto junto al pecorino salado y esa focaccia calentita. Afuera el aire ya estaba más fresco, así que paseamos junto a una antigua ventana de vino—Giulia nos contó cómo los nobles pasaban copas por ahí durante las plagas. Es increíble lo que se queda grabado.
Cuando llegamos a la trattoria para la pasta y el bistec a la florentina, estaba lleno pero de esa manera feliz. Hubo un momento de silencio tras probar el bistec (poco hecho, como aquí se sirve), y parecía que todos compartíamos un secreto. El postre fue un gelato de una heladería que Giulia recomendaba—avellana para mí. A veces sigo pensando en ese sabor cuando estoy en casa mirando el helado del supermercado. En fin, si buscas un tour gastronómico en Florencia que realmente se sienta local—no solo para marcar casillas—te diría que vengas con hambre y sin pantalones apretados.
No hay una duración exacta, pero es un paseo por la tarde con varias paradas para probar comida y bebidas.
Sí, se puede adaptar para vegetarianos si avisas al equipo después de reservar.
Sí, incluye 6 bebidas—vinos regionales más tu propio Negroni hecho a mano.
Sí, te enseñan a preparar el icónico cóctel Negroni en un local de la ciudad.
No, no hay recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca.
El tour puede adaptarse a varias necesidades, excepto veganos o celíacos; contacta tras reservar para organizarlo.
No, lamentablemente no es apto para personas con movilidad reducida ni para cochecitos por el acceso a los locales.
Tu tarde incluye un guía local experto en inglés que lidera un grupo pequeño (máximo 12 personas), más de ocho degustaciones de comida toscana acompañadas de seis bebidas regionales—incluyendo vino Chianti y tu propio Negroni artesanal—y termina con gelato italiano artesanal antes de despedirse en el centro de Florencia.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?