En Catania, corta, mezcla y ríe mientras aprendes recetas clásicas sicilianas con un chef local. Luego disfruta lo que cocinaste en una comida o cena con vino siciliano y nuevos amigos, una experiencia que queda en el recuerdo.
“En Sicilia, no se apura la berenjena,” sonrió la chef Lucia, moviendo su cuchara de madera como si dirigiera una orquesta. Así empezó nuestra clase de cocina en Catania: un grupo pequeño, con delantales puestos un poco torcidos, rodeando una cocina que olía a albahaca y a algo dulce que no lograba identificar. Las ventanas estaban abiertas y se oían los scooters pasar afuera, pero adentro todo era cortar, probar y escuchar las historias de Lucia sobre la caponata de su nonna. Intenté cortar la berenjena como me enseñó (no tan fina), y ella se rió diciendo, “No pasa nada, así tiene más sabor.”
Reservé esta clase de cocina siciliana porque quería aprender recetas auténticas, no solo ver a alguien cocinar, y vaya que fue práctica. Machacamos tomates para la pasta alla Norma hasta que mis manos quedaron rojas. Alguien derramó aceite de oliva (yo), pero nadie se molestó; de hecho, el suelo olió increíble por un rato. Al extender la masa para los cannoli, Lucia nos mostró cómo pellizcar bien los bordes, aunque los míos parecían más sombreritos que tubos. Nos sirvió una copa de vino local mientras todo se cocinaba a fuego lento. Esa fue mi parte favorita: todos en pausa, brindando, con el vapor subiendo de las ollas.
La comida se sintió como estar con viejos amigos, aunque solo nos conocíamos desde hacía un par de horas. La caponata tenía un sabor agridulce con pasas y piñones; la pasta era suave y cremosa con ricotta salata encima (quizá puse demasiado). Y esos cannoli… todavía recuerdo el primer bocado, la corteza crujiente que se deshacía con la crema fría de ricotta y pistacho espolvoreado. Lucia nos contó historias entre plato y plato, sobre su familia y los mercados de Catania, y reímos tanto que ni miré el móvil una sola vez.
La clase dura aproximadamente 3 horas.
Sí, disfrutarás la comida o cena con los platos que prepares.
Prepararás bruschetta, caponata, pasta alla Norma y cannoli.
Incluye una botella de vino siciliano con la comida.
La clase es para un mínimo de 2 y máximo 12 personas.
Está cerca de las paradas de metro GALATEA e ITALIA en Catania.
Los bebés pueden asistir si están en el regazo de un adulto o en cochecito.
No, se proporciona todo el equipo profesional y los ingredientes.
Tu experiencia incluye el uso de cocina profesional en un espacio bien equipado cerca del centro de Catania, todos los ingredientes frescos para platos sicilianos clásicos como caponata y cannoli, además de la comida o cena acompañada con una botella de vino local, todo guiado por una chef amable que comparte historias familiares durante el proceso.
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