Entra en la destilería Jameson Bow St. de Dublín, conoce guías locales que hacen la historia cercana, prueba whiskeys lado a lado bajo una luz dorada y quizá te cuelen en la oficina secreta de John Jameson para una cata privada. Risas garantizadas con palabras irlandesas mal pronunciadas y relatos que quedan mucho después del último sorbo.
Para ser sincero, casi perdemos nuestra hora porque me distraje con un músico callejero en Smithfield Square — tocaba una versión muy animada de “Molly Malone” en el acordeón, y el olor a lluvia sobre la piedra vieja estaba por todas partes. Entramos rápido, un poco mojados, y nos recibió Aoife, nuestra guía (se pronuncia “Ee-fa”, algo que nunca habría adivinado). Sonrió al vernos algo apurados y comentó que después de aguantar el clima de Dublín “hacía falta un trago”. Así empezó todo: relajado, sin presión para saberlo todo sobre el whiskey irlandés.
Lo primero que me llamó la atención dentro de Jameson Distillery Bow St. fue ese aroma suave a madera y malta — dulce pero con un toque intenso. Aoife empezó a contar historias sobre John Jameson (que, por cierto, al principio ni siquiera era irlandés, ¿quién lo diría?). Nos hizo tocar barriles antiguos, mirar alambiques de cobre y reír cuando alguien preguntó si podía llevarse uno a casa. El grupo era pequeño, así que se sentía más como charlar con amigos que una clase formal. Cuando llegó la parte de la cata —yo no soy muy de whiskey— intenté parecer serio mientras giraba la copa, pero en realidad solo quería ver si podía distinguirlos. Spoiler: casi no pude.
Hay un momento en que te sientas alrededor de una gran mesa de madera para la cata comparativa. La luz entra de lado por unas ventanas altas y hace que todos los vasos brillen en tonos dorados. Aoife explicó cómo cada whiskey consigue su sabor (algo de triple destilación, creo recordar), pero lo que más me quedó fue la anécdota de su abuelo tomando sorbos de su “medicina” los domingos. Alguien del grupo intentó decir “sláinte” y lo pronunció fatal; Aoife se rió tanto que casi derrama su copa. Todo parecía menos un tour y más como compartir una broma familiar antigua.
Si te gustan los cócteles o quieres probar a mezclar tu propio whiskey, hay sesiones extra —yo no las hice, pero escuché a gente encantada en el bar justo en medio de todo, donde puedes pasar cuando quieras. Ah, y si reservas la Cata Secreta de Whiskey, te llevan a la antigua oficina de John Jameson, detrás de una puerta oculta. Olía a libros de cuero, polvo y algo dulce que no pude identificar. Aún recuerdo esa sala con cariño.
La experiencia principal Signature dura entre 40 minutos y 1 hora.
Sí, todas las experiencias incluyen una cata comparativa guiada de whiskey.
Los menores de 18 pueden hacer el tour Bow St. Experience, pero no pueden beber alcohol y deben ir acompañados por un adulto.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles; también hay opciones de transporte adaptado.
Sí, puedes reservar clases de coctelería como parte de tu visita a Jameson Distillery Bow St.
La Cata Secreta ofrece acceso exclusivo a la oficina histórica de John Jameson con whiskeys especiales para probar.
La destilería está en el histórico barrio Smithfield de Dublín, a pocos minutos a pie de las atracciones del centro.
Sí, hay varias opciones de transporte público cerca de la entrada de la destilería.
Tu día incluye entrada a Jameson Distillery Bow St., tours guiados por expertos locales, catas comparativas guiadas en cada sesión, además de opciones para clases de coctelería o experiencias premium de mezcla. Y si eliges la Cata Secreta, tendrás acceso exclusivo a la oficina privada de John Jameson antes de relajarte con una copa en su bar principal.
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