Te meterás detrás del mostrador de una auténtica panadería parisina, aprenderás a amasar y dar forma a baguettes clásicas con la guía de un panadero local (y muchas risas), y dominarás desde cero las capas del croissant. Prueba tu propio pan recién horneado — es divertido, un poco desordenado y sorprendentemente reconfortante.
Nos colamos bajo el toldo azul de la panadería justo cuando la ciudad empezaba a despertar — ese primer aroma a pan recién hecho me llegó antes de ver el polvo de harina flotando en el aire. Nuestra panadera, Camille, nos entregó los delantales con una sonrisa como si nos hubiera estado esperando toda la semana. Nos enseñó a estirar y plegar la masa para lograr la baguette perfecta (la mía se me pegaba a los dedos — parece que soy un poco torpe con las manos). El sonido de su pala de madera golpeando las bandejas era casi hipnótico, como un latido que acompañaba nuestras risas y charlas.
No esperaba reír tanto intentando pronunciar “boulangerie” correctamente — Camille me corregía con cariño y luego me dejó probar un poco de masa cruda (salada, pegajosa, rara pero curiosamente buena). Aprendimos sobre los distintos tipos de harina y por qué la mantequilla francesa es clave para los croissants. Estirar esas capas era como hacer magia; juro que se me cansaron los brazos a mitad de camino. En un momento la masa de alguien se rompió y todos nos encogimos de hombros — aquí no hay presión, solo manos pegajosas y harina en los pantalones.
¿Lo mejor? Sacar nuestras baguettes del horno — doradas y crujientes. Las partimos justo en el mostrador mientras el vapor se elevaba con la luz de la mañana. Camille también nos cortó croissants, todavía tibios y listos para derretirse en la boca. Sigo pensando en ese primer bocado: crujiente por fuera, casi dulce por dentro. Es curioso cómo dos horas en una pequeña panadería de París pueden hacerte sentir que perteneces a un lugar nuevo… o simplemente que tienes más hambre que antes.
La clase dura aproximadamente dos horas.
Sí, amasarás y darás forma tanto a baguettes como a croissants tú mismo.
Sí, probarás baguettes y croissants frescos al final del taller.
La experiencia está limitada a diez personas por grupo.
La edad mínima es 6 años; los menores deben ir acompañados por un adulto.
Sí, recibirás las recetas para llevar a casa tras la sesión de horneado.
No incluye recogida; hay opciones de transporte público cerca.
Sí, aprenderás a preparar baguettes y croissants tradicionales franceses.
Tu mañana incluye una clase práctica dentro de una panadería parisina en funcionamiento, dirigida por un panadero experto, con todos los ingredientes incluidos, recetas completas para llevar a casa y generosas degustaciones de baguettes recién horneadas y croissants mantecosos antes de terminar.
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