Evita las salas de degustación llenas y disfruta catas privadas en viñedos escondidos de Santa Bárbara. Camina entre las vides con enólogos locales, saborea un almuerzo orgánico al aire libre y comparte historias con vinos de edición limitada en lugares tranquilos que no encontrarías por tu cuenta. Si buscas vino sin aglomeraciones ni pretensiones, este es tu tour.
Aún me río al recordar lo tranquilo que estaba cuando llegamos a ese viñedo en la ladera cerca de Santa Ynez. Sin grandes carteles ni autobuses, solo nuestro pequeño grupo y el sonido de la grava bajo la furgoneta Mercedes. Era como colarnos en el patio trasero de alguien — y la verdad, un poco así fue. Nuestra guía, Jamie (que creció aquí), nos contó que estas fincas privadas ni siquiera tienen sala de degustación abierta al público. Nos saludó un hombre que podaba las vides, y resultó ser el mismo enólogo. Eso marcó el tono: algo personal, relajado, nada que ver con esos bares llenos en Los Olivos.
La primera copa me sorprendió — no solo por el sabor (herbal y un poco salvaje), sino por cómo nos sentamos alrededor de una mesa de madera antigua mientras el dueño explicaba por qué nunca usa pesticidas. El aire olía a polvo y verde, si eso tiene sentido. Intenté girar la copa como si supiera lo que hacía; Jamie sonrió y dijo que aquí no hay forma incorrecta. El almuerzo fue al aire libre, bajo un árbol de pimienta — sándwiches y ensaladas orgánicas de un local en Santa Bárbara, y un queso que realmente sabía a queso. Me distraje con un lagarto que cruzó el camino. Así de relajado era todo.
Visitamos tres fincas en total — cada una con su propio estilo. En una parada, entramos a una bodega que olía a madera fresca; pasé la mano por un barril porque parecía tan suave. Hubo un momento de silencio cuando la luz del sol entró por la puerta abierta del granero y se posó sobre las vides afuera. Sin presión para comprar nada (aunque me llevé una botella). Es curioso, pensaba que los tours de vino serían formales o muy comerciales, pero esto fue más como visitar a amigos que hacen vino excelente.
El grupo es muy pequeño, generalmente de seis a ocho personas máximo por tour.
No, todas las catas son en fincas privadas que no están abiertas al público.
Sí, incluye un almuerzo orgánico (sándwiches o ensaladas), agua embotellada y una tabla de quesos en la mayoría de los tours.
Sí, el traslado de ida y vuelta desde tu ubicación en Santa Bárbara está incluido.
El tour requiere una condición física moderada; se recomienda usar calzado cómodo para caminar por los viñedos.
No, no se aceptan grupos de despedidas de soltera o soltero en este tour pequeño.
La edad mínima es de 21 años para todos los participantes.
Tu día incluye traslado de ida y vuelta desde el lugar que elijas en Santa Bárbara en una cómoda furgoneta Mercedes, catas premium en tres fincas privadas (con dueños o enólogos que suelen servir), un almuerzo fresco y orgánico (elige entre ensalada o sándwich), abundante agua embotellada y generalmente una tabla de quesos—todo compartido con un grupo pequeño antes de regresar mientras la luz de la tarde se desvanece.
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