Entra en una auténtica cocina de New Orleans en el French Quarter, mira a un chef local preparar clásicos como gumbo y jambalaya, prueba cada plato recién hecho y ríe con los dulces pralines. Te llevarás las recetas y esa sensación de haber formado parte de algo más que una simple comida.
“Si no oscureces bien el roux, solo es sopa,” decía el chef Kevin, moviendo su cuchara de madera como si dirigiera una banda de jazz. No esperaba reír tanto en una clase de cocina, pero el ambiente parecía una gran reunión familiar, aunque la mayoría no nos conocíamos. La New Orleans School of Cooking está en un antiguo almacén de melaza (todavía se olía la madera y algo dulce en el aire), justo en el French Quarter. No podía dejar de mirar esas paredes de ladrillo, pensando en cuántas ollas de gumbo habrán visto a lo largo de los años.
Vimos al chef Kevin preparar jambalaya mientras contaba anécdotas de la cocina de su abuela y cómo cada familia discute sobre cuál es la mejor salchicha. Las especias caían en la sartén y de repente olía a todos los restaurantes que había pasado esa mañana. Hubo un momento en que tiró la santa trinidad (cebolla, apio y pimiento) y todos nos inclinamos al unísono, como si acercarnos más atrapara más sabor. Repartió pequeñas muestras a medida que terminaba cada plato: primero gumbo, luego jambalaya y finalmente unos pralines que se derretían antes de que te dieras cuenta.
Intenté anotar la receta pero terminé dibujando pequeños cangrejos de río. Alguien detrás preguntó por opciones vegetarianas y el equipo explicó que adaptan los platos según necesidades dietéticas, siempre que avises con antelación. Para el postre (un pastel de nuez que sabía a azúcar tostada), la gente ya compartía historias sobre las comidas típicas de sus ciudades. No fue una clase práctica, pero ¿sabes qué? Ver al chef en acción fue casi como un show de magia. Aún pienso en ese praline cada vez que paso por una pastelería en casa.
No, es solo una demostración: observas al chef preparar los platos, pero no cocinas tú mismo.
La clase se lleva a cabo en la New Orleans School of Cooking, en un almacén renovado del French Quarter.
Los platos pueden incluir gumbo, jambalaya, pralines, bisque de maíz y cangrejo, creole de camarones o pollo, etouffee de cangrejo de río, pudín de pan, bananas foster o pastel de nuez.
Sí; hay opciones vegetarianas, veganas, sin gluten y sin frutos secos por un costo adicional si avisas con anticipación tras reservar.
Sí; café, té helado, agua y una cerveza local están incluidos con la comida.
Sí; recibirás copias de todas las recetas que se demuestren durante la clase.
Sí; todas las áreas y superficies son accesibles para silla de ruedas.
El contenido de referencia no especifica la duración exacta; consulta directamente con el proveedor si lo necesitas.
Tu experiencia incluye generosas degustaciones de todos los platos preparados por el chef: gumbo, jambalaya, pralines y más, además de café, té helado o una cerveza local de cortesía. También recibirás copias de todas las recetas demostradas antes de volver a recorrer el French Quarter.
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