En Sevilla, cortarás, removerás y probarás platos clásicos españoles junto a un chef local, descubriendo secretos del salmorejo y la paella mientras disfrutas de sangría casera. Las risas alrededor de la mesa son genuinas y te llevarás recetas (y quizás nuevos amigos) junto a recuerdos de sabores que no olvidarás pronto.
Confieso que estaba un poco nervioso al entrar en esa pequeña cocina en Sevilla. Cocinar con desconocidos, y más cuando el chef es de aquí, te hace sentir como si estuvieras en un escenario. Pero Marta, nuestra chef, me dio un delantal con una sonrisa como si fuéramos viejos amigos. El aroma a ajo y tomate ya cociéndose hizo que me relajara al instante. Empezamos con salmorejo—Marta me explicó en qué se diferencia del gazpacho mientras yo intentaba (y fallaba) pronunciarlo bien. Ella se rió y me dijo que no me preocupara; que mi acento era “encantador”.
Mientras picaba espinacas para el siguiente plato, escuchaba los sonidos de la calle: una moto pasando rápido, alguien gritando “¡Vamos!”—pero dentro solo estábamos nosotros, removiendo garbanzos y robando sorbos de sangría casera. Luego llegó la paella. Pensaba que sabía cómo debía saber la paella, pero esta, con pollo y esos pimientos casi dulces, no tenía nada que ver con lo que había probado antes. Marta nos enseñó a conseguir esa capa crujiente en el fondo (¿socarrat?), que según ella es lo mejor. Y no se equivocaba.
La cena se sintió más como una comida familiar que una clase. Al final hubo sorbete de limón con cava, ácido y burbujeante, y brindamos todos juntos aunque nos acabáramos de conocer unas horas antes. Alguien pidió la receta de las gambas al ajillo (que esa noche no hicimos, pero a veces sí), y Marta prometió enviarnos todo por correo. Salir a la cálida noche sevillana después de tanta comida… la verdad es que a veces todavía recuerdo esa cena cuando tengo hambre en casa.
Sí, las recetas se adaptan según tus necesidades si avisas con antelación.
Sí, durante la clase hay sangría casera y con la cena puedes tomar hasta dos bebidas (vino, cerveza o refrescos).
No especifican la duración exacta, pero espera una tarde completa con preparación, cocina y cena juntos.
Los bebés pueden participar si están en brazos o en carrito; para niños mayores consulta directamente.
Sí, te dan las recetas escritas para que puedas repetir los platos en casa.
Sí, hay opciones de transporte público cerca para llegar fácilmente.
Tu tarde incluye todos los ingredientes y utensilios para cada plato, sangría casera durante la clase, hasta dos bebidas con la cena—vino español, cerveza o refrescos—y una cena completa con recetas clásicas andaluzas que prepararás junto al chef antes de salir a la noche sevillana.
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