Recorre las calles serpenteantes de Santiago de Compostela con un guía local que conoce todos los atajos hacia tres bares llenos de ambiente para disfrutar tapas clásicas y bebidas. Escucha leyendas en plazas antiguas, prueba especialidades gallegas (sí, hasta pimientos picantes) y disfruta música en vivo la mayoría de las noches — todo incluido para que solo te relajes y disfrutes.
Acabábamos de esquivar a un grupo de peregrinos cuando nuestra guía, Marta, nos hizo señas para que la siguiéramos por una callejuela — no la principal, sino una de esas callejuelas de piedra que siempre huelen a lluvia y pimientos fritos. Sonrió y nos dijo que allí es donde los locales suelen tomar su primera copa. Pensé que estaría vacío, pero el bar estaba lleno de charlas y el tintinear de vasos. Nuestra primera tapa fue pulpo espolvoreado con pimentón — intenté decir “pulpo á feira” como Marta, pero se rió y dijo que mi acento sonaba a gallego-italiano. No sé si eso es bueno o malo.
Después nos dirigimos a una de las plazas grandes de Santiago — la que tiene la puerta santa y esa vieja torre del reloj que todos señalan. Marta nos contó la historia de un monje fantasma (ella jura que es verdad), y me sorprendí mirando las piedras mientras hablaba. Justo entonces sonaron las campanas, lo que hizo que todo se sintiera extrañamente perfecto. Seguimos hacia otro bar cerca del Museo de las Peregrinaciones, donde nos sirvieron unos pimientos verdes pequeñitos — unos suaves, otros picantes — y todos en la mesa empezaron a apostar quién le tocaría el más picante. Yo perdí. Me ardió la boca cinco minutos, pero fue divertidísimo.
En la última parada, la música en vivo venía de algún lugar detrás de la barra — guitarra y alguien cantando en gallego, que sonaba más suave que el español de alguna manera. Pedí vino esta vez y nos sentamos a escuchar un rato. No dejaba de pensar en lo diferente que sabe todo aquí; hasta el pan tenía una corteza más masticable que la que conozco en casa. La noche se sintió como algo relajado, con gente entrando y saliendo, historias mezclándose con bocados y sorbos. A estas alturas ya no parecía un tour… más bien como si nos hubieran invitado a salir con alguien de la ciudad.
Pararás en tres bares o cafeterías diferentes durante la noche.
Sí, recibes una bebida en cada bar — cerveza, vino, agua, refrescos o café.
La música en vivo está incluida de miércoles a domingo por la noche.
El menú varía según el bar; consulta directamente si tienes necesidades dietéticas.
No, no hay recogida; el punto de encuentro es céntrico en Santiago de Compostela.
¡Sí! Se aceptan bebés y niños pequeños; también se permiten cochecitos.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar donde empieza el tour.
Tu noche incluye tres paradas en bares o cafés locales de Santiago de Compostela con una bebida en cada uno (elige entre cerveza, vino, refrescos o café), además de tapas tradicionales gallegas en cada lugar. La música en vivo forma parte de la experiencia la mayoría de las noches de miércoles a domingo. Un guía local acompaña a tu grupo durante todo el recorrido — solo tienes que encontrarte en el centro y el resto está organizado para ti.
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