Vas a entrar en una casa del siglo XVI en Sóller, conocer a gente que cuida olivos centenarios desde hace generaciones, ver de cerca la elaboración tradicional del aceite (en temporada) y disfrutar un brunch con productos mallorquines—aceite, pan, queso, almendras, vino local y zumo fresco—todo acompañado de historias auténticas. Es una experiencia cálida, real y que se queda contigo.
Entramos por el antiguo arco de piedra de Can Det, y te juro que se sentían los siglos en el aire—motitas de polvo flotando en los rayos de sol, un leve aroma a cítricos que venía de algún lado. Nuestro anfitrión (¿Toni? Mi español es un desastre) sonreía mientras nos invitaba a entrar al jardín. Primero nos señaló los olivos, algunos más viejos que muchos países, algo que impresiona solo de pensarlo. Bajo sus ramas el aire estaba más fresco, y el zumbido suave de las abejas me hizo bajar el ritmo sin darme cuenta.
Dentro de la casa, las tablas crujientes y los azulejos desgastados nos guiaron hasta una sala donde una antigua prensa de aceite parecía un tesoro arqueológico. Toni nos contó que su familia lleva generaciones haciendo aceite aquí—incluso nos mostró los canales de riego que aún usan para los naranjos. Intenté imaginar cómo sería la temporada de cosecha; me dijo que si vienes entre octubre y enero, quizá puedas ver la prensa de aceitunas en vivo. Suena un poco caótico, pero divertido. Vimos un vídeo corto sobre el proceso (confieso que me distraje a mitad, culpa del hambre), y luego llegó el brunch.
Nos sirvieron pan mallorquín con tomates “ramallet”, queso, almendras tan frescas que casi chirrían al morderlas, su propia mermelada de naranja y, por supuesto, aceite de oliva—verde dorado y con un toque picante en la boca. También había vino local (quizá me pasé con la copa), y zumo de naranja que sabía a pura luz del sol. Alguien preguntó si se podía comprar aceite para llevar; Toni se rió y señaló una estantería llena de botellas. A veces aún recuerdo ese sabor cuando estoy en mi pequeña cocina.
Sí, el tour en Can Det es accesible para silla de ruedas.
Incluye aceite de oliva, aceitunas, pan mallorquín, tomates, queso, almendras tostadas, mermelada, zumo de naranja, agua y vino local.
Es posible ver la producción en vivo entre octubre y enero si hay aceitunas disponibles.
No incluye visitas a plantaciones por defecto; se pueden organizar aparte si se solicitan con antelación.
Sí, se admiten bebés y niños pequeños; se pueden llevar cochecitos o sillas de paseo.
Sí, hay opciones de transporte público cerca.
Se incluye un brunch ligero con productos típicos mallorquines durante la degustación.
Sí, se permiten animales de servicio en Can Det.
Tu visita incluye la entrada a la casa Can Det, de 400 años, en Sóller con su jardín histórico y la demostración tradicional de la prensa de aceite. Disfrutarás de una degustación tipo brunch con aceite de oliva local de árboles centenarios, acompañada de pan mallorquín, tomates, queso, almendras, mermelada casera de naranja, zumo fresco y vino local—todo guiado por miembros de la familia antes de regresar al pueblo.
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