Recorrerás un viñedo orgánico cerca de Málaga en grupo pequeño y conocerás al propio bodeguero antes de catar seis vinos únicos acompañados de tapas caseras en su bodega rústica. Animales de granja, brisas mediterráneas y auténticas historias en cada copa — con recogida incluida para que solo disfrutes.
No esperaba encontrarme con una cabra antes de probar el primer sorbo de vino, pero así empezó nuestra excursión desde Málaga. Subimos al minibús (éramos ocho, más la guía), todavía medio dormidos, mientras subíamos por esas colinas secas rumbo a Mijas. El aire se sentía fresco y limpio después del bullicio de la ciudad. Al bajar en el viñedo, noté esa brisa salada del Mediterráneo y escuché gallinas cacareando detrás de las vides. Nuestra guía, Carmen, nos llamó con la mano: ya había encontrado un gato tomando el sol en un muro.
El propio bodeguero nos recibió en su pequeña finca. Tenía esa calma que transmite la experiencia; se notaba que llevaba años entre estas vides. Intenté decir “gracias” en mi mejor español — no muy bueno, pero él sonrió igual. Caminamos entre las filas de uvas mientras nos contaba que todo aquí es orgánico, sin atajos. Hicimos cinco paradas donde Carmen señalaba curiosidades: hierbas silvestres creciendo entre las plantas (apretó una entre los dedos para que oliéramos — un aroma terroso y fresco), herramientas antiguas colgadas junto al cobertizo. De repente, la vista se abrió y, en un día claro, se pueden ver las montañas de África — o eso dicen; para nosotros estaba un poco borroso, pero me gustó imaginarlo.
La bodega parecía más un garaje que una bodega elegante. Barriles apilados contra paredes de piedra fresca y el olor dulce de la fermentación de la uva, pero sin pasarse. Seis vinos alineados sobre una mesa gastada: tintos, blancos, rosados y hasta un espumoso que burbujeaba al servirlo. Cada copa venía acompañada de una tapa distinta — queso manchego con aceite de oliva, un embutido ahumado que no supe pronunciar (Li se rió cuando lo intenté). Sin presión para comprar; solo historias de cada botella y muchas risas cuando alguien se equivocaba al adivinar sabores.
Todavía recuerdo esa última copa al sol, afuera — hay algo especial en beber vino donde se produce, sabe diferente. Quizá es estar rodeado de gente que ama lo que hace. En fin, si buscas una excursión fácil desde Málaga que no parezca un tour típico… esta es la opción.
Está a unos 25-30 minutos en furgoneta desde el centro de Málaga hasta el viñedo cerca de Mijas.
Sí, incluye recogida en Plaza de la Marina, en el centro de Málaga.
Probarás seis vinos orgánicos diferentes: tintos, blancos, rosados y espumosos.
Sí, cada vino se acompaña con tapas especialmente preparadas.
Sí, es apto para todos los niveles de condición física.
El grupo suele ser de 8 personas más guía/conductor.
Sí, te recibirá el propietario y productor en su bodega rural.
Verás gallinas, cabras, perros y gatos paseando por la finca.
Tu día incluye recogida en Málaga centro en vehículo con aire acondicionado y Wi-Fi; agua embotellada durante toda la experiencia; paseo guiado por un viñedo orgánico cerca de Mijas; cata de seis vinos orgánicos exclusivos con tapas caseras; tiempo con tu guía local y el bodeguero antes de regresar cómodamente a Málaga.
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