Entra a un lounge privado en Edimburgo para una cata tranquila de cuatro whiskies single malt, cada uno con su historia. Escucha relatos locales, pregunta lo que quieras (aunque no sepas mucho de whisky) y disfruta del auténtico folklore escocés en un ambiente cómodo. También hay alternativas para quienes no beben whisky, solo ven con curiosidad.
Lo primero que me llamó la atención fue el aroma: cálido, a madera, casi como lluvia sobre piedra antigua. Acabábamos de refugiarnos del viento en un lounge de whisky cerca del mercado de Stockbridge, y nuestro guía (Fraser, con una voz que podría contar cuentos a los fantasmas) nos entregó a cada uno una copa. No soy muy fan del whisky, pero había algo en sostener esa copa pesada y escucharlo hablar de las Highlands que me hizo querer fingir que sabía qué significaba “peaty”. El ambiente era acogedor en el mejor sentido: sillones suaves, luz tenue, risas por alguien que intentó pronunciar “Islay” y lo dijo fatal (quizás fui yo).
Probamos cuatro whiskies single malt escoceses, uno de cada región. Fraser tenía una forma de contar historias que hacía que olvidaras que estabas aprendiendo; de repente hablábamos de contrabandistas en las colinas o por qué algunas destilerías aún usan fuego de algas marinas. En un momento hizo una pausa para que simplemente disfrutáramos en silencio. En uno noté un toque afilado a manzana (¿Speyside?), y él asintió como si fuera justo eso, aunque seguro lo dice a todos. Había opciones para quienes no querían whisky, lo que hizo que todo fuera más relajado, sin presiones si no te va la bebida.
No dejaba de pensar en lo distinto que era a cualquier bar o tour: como si te invitaran a la sala de alguien donde cada botella tiene su propia historia. No hubo prisas; preguntamos de todo, desde el tamaño de las barricas hasta por qué los escoceses nunca brindan sin mirarse a los ojos (dicen que trae mala suerte). Al salir, el aire parecía más frío. Sigo recordando ese último sorbo, el ahumado, y cómo todos nos quedamos un rato antes de volver a las calles de Edimburgo.
Probarás cuatro whiskies single malt de diferentes regiones de Escocia.
Sí, hay alternativas disponibles bajo petición para quienes no beben whisky.
Sí, el tour es amigable para todos, enfocado en las historias y la experiencia, no solo en la bebida.
La cata se hace en un lounge privado cerca del mercado de Stockbridge en Edimburgo.
Sí, hay varias opciones de transporte público cercanas.
Si eliges la opción "Whisky & Folklore", incluye cuatro whiskies single malt; de lo contrario, las bebidas no están incluidas.
Un experto apasionado por el whisky y narrador de historias lidera la experiencia.
La edad mínima es 18 años.
Tu experiencia incluye acceso a un lounge privado de whisky en Edimburgo cerca del mercado de Stockbridge, guía experto en historias, cuatro whiskies single malt si eliges esa opción (o alternativas si las pides), y tiempo para preguntas y charlas relajadas antes de volver al centro.
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