Te pondrás manos a la obra en una cocina real de Seúl, aprendiendo a preparar jeon, bibimbap, kimbap y más — probando más de diez sabores coreanos. Con guía amable y opciones veganas o halal, compartirás risas (y bingsu) antes de volver a la energía de la ciudad.
Ya estábamos con las manos en la masa para los pancakes cuando la chef Min nos trajo otro plato de banchan — la verdad, perdí la cuenta después del sexto platito. La cocina era luminosa pero sencilla, solo una mesa larga llena de cuencos, olor a aceite de sésamo en el aire y gente de todas partes. De fondo sonaba suave un poco de K-pop desde un móvil. Nuestra guía, Min, alternaba entre instrucciones suaves (“¡más gochujang!”) y anécdotas sobre el jeon de tofu de su abuela — intenté pronunciar “jeon” bien y ella sonrió, así que quizá lo logré.
No esperaba picar tanto ni reírme tanto. Lo que más me gustó fue el bibimbap — ir armándolo capa a capa y luego mezclarlo todo hasta que parecía sacado de un puesto callejero en Jeonju. Min dice que el suyo es “el mejor de Corea”, y la verdad, no voy a discutirlo. Se aseguró de que todos tuviéramos lo que necesitábamos (vegano para mí; otro pidió halal), sin ningún problema. Hubo un momento en que todos nos quedamos en silencio probando los kimbap — solo el crujir del alga y ese arroz dulce-salado.
Cuando llegó el postre (bingsu con fruta y judías rojas), las ventanas ya estaban empañadas por todo lo que habíamos cocinado. Nos sentamos a comer hielo raspado con leche condensada que se nos escurría por los dedos, compartiendo historias de los lugares que habíamos visitado en Seúl hasta ese momento. Se sentía como si nos hubieran dejado entrar a la cocina de alguien por un par de horas — sin prisas ni montajes. Aún a veces recuerdo ese pancake de hoja de sésamo; es curioso cómo la comida se queda contigo así.
Sí, hay opciones veganas y vegetarianas para todos los platos durante la clase.
La clase dura unas 2.5 horas, incluyendo tiempo para cocinar y comer.
La clase se realiza cerca de destinos icónicos en el centro de Seúl; la dirección exacta se facilita tras reservar.
Sí, se pueden adaptar tanto opciones halal como sin gluten si lo solicitas.
Prepararás jeon, bibimbap, kimbap o bulgogi (con alternativas), además del postre bingsu.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para silla de ruedas.
Incluye agua embotellada y café o té con la comida.
Tu experiencia incluye instrucción práctica con una chef local en el centro de Seúl, todos los ingredientes (con opciones veganas, vegetarianas, pescatarianas y halal), agua embotellada y café o té durante toda la sesión — además de muchos snacks para probar mientras cocinas y un generoso postre bingsu al final antes de salir.
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