Vas a recorrer Vietnam de norte a sur en una aventura real—rutas únicas, paradas para comer comida local, guías expertos que conocen todos los atajos y historias que no encontrarás en ninguna guía.
La primera mañana en Hanoi estaba algo brumosa, ese tipo de neblina que se pega a la chaqueta y hace que el casco antiguo huela a café fuerte y humo de motor. Nuestro guía, Minh, revisó cada moto dos veces—lleva más de diez años recorriendo estas carreteras y no se le escapa nada. Salimos temprano, esquivando el tráfico matutino antes de llegar a tramos más tranquilos fuera de la ciudad. El ronroneo del motor y el aire fresco se sentían como pura libertad mientras los arrozales pasaban volando a ambos lados.
Cerca de Phong Nha, paramos en un puesto a la orilla del camino para probar arroz pegajoso envuelto en hoja de plátano. La dueña sonrió al ver nuestras botas llenas de barro—seguro que ve a muchos moteros pasar por aquí. Minh señaló un viejo cartel que marcaba parte de la ruta original de la Ho Chi Minh. Nos contó cómo esta vía llevaba suministros durante la guerra, serpenteando entre junglas densas y valles ocultos. Si sabes dónde mirar, aún se ven cráteres de bombas antiguas.
Al quinto día llegamos a Quy Nhon, un pueblo costero que no recibe muchos turistas extranjeros. La brisa marina aquí es salada y fresca, y siempre hay alguien asando pescado en la playa al atardecer. Nuestro grupo compartió historias alrededor de tazones de bun cha ca (sopa de fideos con pastel de pescado), cansados pero felices. Cada día traía algo nuevo: pasos montañosos cubiertos de niebla, aldeas diminutas donde los niños saludaban al pasar, incluso un chaparrón inesperado que nos dejó empapados pero riendo.
La ruta nunca aburre—unas veces es asfalto suave, otras, caminos de tierra roja que levantan nubes tras de ti. Siempre hay apoyo si lo necesitas; nuestro equipo de soporte no está lejos con herramientas y bebidas frías. Las noches las pasamos en pequeños hostales o hoteles familiares, donde escucharás gallos antes del amanecer y tal vez el aroma de un pho cocinándose cerca.
Debes sentirte cómodo conduciendo moto varias horas al día. Algo de experiencia en off-road ayuda, pero no es imprescindible—los guías adaptan las rutas según el nivel del grupo.
Las motos están bien cuidadas y casi nuevas—normalmente modelos Honda o Yamaha, ideales tanto para carreteras pavimentadas como para caminos más rústicos.
Sí, siempre hay un equipo de soporte cerca con herramientas y repuestos. Si quieres, puedes contratar un mecánico por un costo extra.
Dinos tus necesidades con anticipación y haremos lo posible para ofrecerte comidas adecuadas durante el recorrido.
Tu tour incluye todos los tickets y permisos para zonas remotas, paseos en barco por lagos o ríos en el camino, alojamiento cada noche (principalmente en hostales locales), comidas vietnamitas diarias, una bebida por persona al día, recargo por combustible y soporte 24/7 de nuestro equipo experto.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?