Recorrerás el casco antiguo de Hanoi con un guía local, probando desde crujientes pancakes de camarón hasta dulces postres de fruta con coco. Cada bocado viene acompañado de historias — templos envueltos en incienso, villas francesas llenas de risas antiguas, café de huevo servido en rincones donde los locales se quedan a charlar. Prepárate para sorpresas, calidez y quizás alguna mancha de salsa en la camisa.
No esperaba empezar mi noche en Hanoi entre motos y el aroma de masa frita, pero así comenzó este tour privado de comida callejera. Nuestra guía, Linh, nos llamó desde el Teatro de Marionetas de Agua Lotus — tenía una sonrisa fácil y hacía que pareciera que la conocíamos de toda la vida. Primero entramos al Templo Ba Da, con el incienso flotando en el aire, y traté de no tropezar mientras admiraba los antiguos leones de piedra. Por un momento, el ruido de la ciudad se apagó.
Luego llegó la comida — primero los rollos de pho, fideos suaves envueltos en carne de res y hierbas (intenté comer con elegancia, pero terminé con salsa por todos lados). Después el pancake de camarón; crujiente por fuera, aún caliente del aceite, cubierto con pequeños camarones rojos. Linh me pasó una cerveza de Hanoi (“lo suficientemente ligera para el desayuno”, bromeó), que realmente ayudó a calmar el picante. Pasamos frente a una villa francesa de los años 30 — pintura desconchada, niños jugando al fútbol en la puerta — y nos contó que los vecinos aún se reúnen ahí casi todas las noches. Ese detalle se me quedó grabado.
El bún chả llegó humeante en un cuenco — cerdo a la parrilla flotando en caldo con verduras encurtidas al lado. Tenía un sabor ahumado y dulce al mismo tiempo. Nos metimos en un local pequeño para probar arroz pegajoso con frijoles mungo y chalotes (comida reconfortante si la hay). En algún momento perdí la cuenta de las paradas; todo se mezclaba de la mejor manera. Hubo risas cuando intenté pronunciar “bánh cuốn” (Linh también se rió — parece que mi acento es imposible), y luego tomamos café de huevo en una cafetería familiar escondida en un piso arriba de un callejón. La espuma espesa sabía casi a postre. Sigo pensando en esa vista sobre los tejados mientras caía el atardecer.
No hay un tiempo exacto, pero espera varias horas caminando entre degustaciones y puntos destacados de la ciudad.
No se menciona recogida; el encuentro es en la entrada del Teatro de Marionetas de Agua Lotus.
Sí, ofrecen alternativas vegetarianas para quienes tienen restricciones dietéticas.
Probarás 10 comidas y bebidas diferentes a lo largo de la noche.
Sí, termina en una cafetería familiar con su famosa receta de café de huevo.
Es un tour privado: solo tú y tu guía local.
El tour es apto para todos los niveles; los bebés pueden ir en cochecito o silla de paseo.
Visitarás el Templo Ba Da y verás arquitectura colonial francesa durante el recorrido.
Tu noche incluye diez degustaciones diferentes (con opciones vegetarianas si las necesitas), bebidas como cerveza local y café de huevo, y paradas en puntos clave como templos y villas coloniales—todo guiado por un amable local que te espera cerca del lago Hoan Kiem para recorrer juntos las vibrantes calles de Hanoi.
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