Recorre las vibrantes calles y mercados de Estambul con un guía local, cruzando en ferry de Europa a Asia mientras pruebas mejillones rellenos, encurtidos, kebabs y más en nueve paradas. Comparte historias durante la cena en Kadikoy y termina con un postre kunefe de vuelta en Europa—después de esta noche la ciudad se siente más cercana.
Lo primero que recuerdo fue el sonido del tranvía afuera cuando nos reunimos cerca del muelle del ferry—todos un poco tímidos, pero nuestro guía Cem sonreía y repartía pedazos de simit como si fuéramos viejos amigos. El Bósforo ya brillaba bajo esa luz azul tan característica del anochecer, ¿sabes? En el ferry rumbo a Kadikoy, señalaba palacios y mezquitas que solo había visto en fotos. El viento salado del mar me hizo olvidar por un instante que estábamos cruzando de Europa a Asia. Es increíble lo natural que se siente aquí.
En las calles del mercado de Kadikoy todo era bullicio—vendedores gritando, el tintinear de vasos de té, un aroma picante que salía de un puesto de sopas. Probamos mejillones rellenos (midye dolma) recién sacados de la bandeja, todavía calientes; Cem me enseñó a exprimir limón encima. Seguro que más limón terminó en mi camisa que en la boca. Había encurtidos de todo tipo—judías verdes crujientes, repollo rosa—y aceitunas bañadas en aceite junto a un queso con sabor casi a hierba fresca. Nos contó que su abuela hacía dolmas a mano cada fin de semana. Los tours gastronómicos suelen ser para comer, pero aquí sentí que nos dejaban entrar a la cocina de alguien por un rato.
Después de demasiados bocados (perdí la cuenta en el pastrami), volvimos en ferry a Karaköy. La ciudad se veía distinta de noche—luces reflejándose en el agua, un niño vendiendo castañas asadas en el muelle. Entramos en una lokanta donde los platos no paraban de llegar: kebabs con bordes ahumados, mezes tan ácidos que me hicieron reír en voz alta (Cem dijo que es normal). De postre, kunefe—queso derretido bajo una masa crujiente—y helado que se estiraba como caramelo al servirlo. La verdad, no esperaba sentirme tan lleno ni tan… en casa. Aunque mi turco sea un desastre (Li se rió cuando intenté decir “teşekkürler”).
El tour se realiza en una sola noche e incluye varias paradas para probar comida en ambos lados de Estambul.
No incluye recogida en hotel, pero el guía puede ayudarte a organizar un taxi o acompañarte caminando si tu hotel está cerca.
Probarás mejillones rellenos, pastrami, verduras encurtidas, quesos, aceitunas, halva, sopas, hojas de parra rellenas, kokoreç, tantuni, lahmacun, kebabs, postre kunefe y helado de leche de cabra.
Sí, el paseo en ferry público entre Europa y Asia forma parte de la experiencia.
Incluye cuatro bebidas sin alcohol además de té y café durante las degustaciones.
Ofrece opciones vegetarianas como encurtidos y quesos, pero también incluye platos con carne como kebabs y kokoreç.
Visitarás nueve lugares diferentes para degustar comida durante la noche.
Sí, un guía local profesional y con licencia que habla inglés lidera el tour.
Tu noche incluye degustaciones en nueve paradas diferentes—mejillones rellenos directamente de vendedores en los mercados de Kadikoy; muestras de pastrami, aceitunas y quesos; cuatro bebidas sin alcohol junto con té o café turco; dos paseos en ferry público con vistas al Bósforo entre Europa y Asia; cena con kebabs y mezes en una lokanta tradicional; postre kunefe acompañado de helado de leche de cabra; además de propinas en los restaurantes—todo guiado por un experto local que comparte historias durante el recorrido. El regreso al hotel no está incluido, pero el guía puede ayudarte a organizarlo si lo necesitas.
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