Recorrerás un mercado vibrante de Bangkok en busca de ingredientes frescos, luego cocinarás platos tailandeses clásicos junto a Maliwan en su acogedora cocina. Prepárate para risas con errores de idioma, ayuda práctica cortando hierbas y un almuerzo que recordarás mucho tiempo. Es relajado pero muy personal—un verdadero sabor de la vida tailandesa.
No esperaba que las baldosas mojadas bajo mis pies me despertaran más rápido que el café, pero así empezó nuestra clase de cocina tailandesa en Bangkok, justo en el mercado local. Maliwan, nuestra guía, nos llamó con una sonrisa y nos señaló ramilletes de albahaca sagrada y hierba limón que solo había visto en recetas. Había un aroma verde y fresco por todos lados, mezclado con el olor a algo friéndose en un puesto cercano. Nos enseñó a decir “kaffir lime” en tailandés—lo intenté y fallé dos veces. Li se rió igual.
De vuelta en la cocina (a solo un corto paseo del mercado), Maliwan repartió delantales y nos mostró cómo cortar galanga sin perder dedos. El espacio era pequeño pero luminoso, con ventiladores zumbando arriba y todos chocando codos un poco—se sentía más como estar en la cocina de alguien que en una clase. Primero hicimos pad thai; aún recuerdo el chisporroteo cuando los fideos tocaron el wok. Maliwan nos observaba de cerca pero me dejó equivocarme una vez antes de intervenir. El almuerzo supo mejor porque lo habíamos hecho nosotros—picante, dulce, con arroz pegajoso al lado.
Me llevé recetas impresas (y un certificado digital que me hizo reír—mi letra es terrible). Todo fue informal pero cuidado—Maliwan preguntó temprano por alergias y se aseguró que todos tuviéramos lo que necesitábamos. No dejo de pensar en cuando nos dejó probar salsa de pescado directamente de su cuchara—salada, casi ahumada—y solo sonrió mientras poníamos caras. Si buscas algo auténtico en Bangkok, esto es.
Sí, se pueden adaptar restricciones dietéticas como vegetarianas o veganas si se avisa con al menos 2 horas antes de la reserva.
El lugar es accesible en transporte público; los detalles se envían tras la reserva.
La clase incluye todos los ingredientes y utensilios, visita al mercado local, bebida de bienvenida, arroz para acompañar, recetas impresas, tarifa de enseñanza y certificado digital.
La edad mínima para participar es 13 años.
Usa zapatos cerrados y resistentes que puedan ensuciarse—el mercado puede estar mojado y con barro.
Sí, se entregan recetas impresas para que puedas cocinar después en casa.
Si llegas con una hora o más de retraso, se te considerará ausente y no podrás unirte al resto de la clase.
Tu día incluye todos los ingredientes y utensilios para cada plato que prepararán juntos; una visita guiada al mercado local para elegir productos frescos; bebida de bienvenida al llegar; recetas impresas para llevar a casa; arroz servido con tu comida; tarifa de enseñanza incluida; y un certificado digital al terminar la clase.
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