Recorrerás el casco antiguo de Estocolmo con un guía local, probando desde arenques dorados hasta caramelos de menta hechos a mano y cremosas patatas con arándanos rojos. Probarás un plato secreto en un lugar inesperado y acabarás con la clásica tarta Princesa, mientras escuchas historias sobre tradiciones culinarias suecas y la vida moderna aquí.
No esperaba que el primer bocado fuera tan... casero. Nos encontramos junto a esa estatua en el casco antiguo de Estocolmo, y nuestra guía (Anna, con una bufanda amarilla brillante) nos entregó arenques dorados y crujientes sobre knäckebröd. Siempre pensé que el arenque sería demasiado fuerte para mí, pero estaba cálido, salado y de alguna forma reconfortante, como algo que quieres en un día frío. El aire olía ligeramente dulce por las panaderías cercanas, y niños corrían persiguiendo palomas a nuestro alrededor. Anna nos contó la tradición detrás del plato, moviendo las manos mientras hablaba. Intenté repetir el nombre en sueco, pero ni cerca; ella solo sonrió.
Recorrimos las estrechas calles de Gamla Stan, parando en una tienda de dulces donde dos hombres con delantales hacían caramelos de menta justo frente a nosotros. Todo el lugar olía a azúcar y frescura. Compré una bolsita para más tarde (que duró tal vez una hora). Luego llegó el “lugar secreto” que Anna no dejaba de mencionar — sin spoilers, pero era algo que nunca había probado. Hubo risas cuando alguien intentó adivinar los ingredientes; honestamente, aún no tengo idea de todo lo que llevaba.
Al cruzar a Norrmalm parecía que entrábamos en otra ciudad — calles más anchas, gente apresurada por todos lados. Paramos para probar tostadas de gambas con eneldo y huevas (podría comer eso todos los días), luego unas cremosas patatas con arándanos rojos que me recordaron a la Navidad de alguna manera. En un momento pasamos por el mercado de Hötorget; flores por todas partes, brillantes contra el cielo gris. Anna nos contó cuánto ha cambiado Estocolmo desde la Edad Media — difícil de imaginar cuando estás junto a viejas paredes de piedra pero escuchas música pop en una cafetería cercana.
La última parada fue una pequeña pastelería donde nos sirvieron porciones de tarta Princesa — con suave mazapán verde por encima y capas de crema por dentro. Era casi demasiado bonita para comer, pero todos nos lanzamos a probarla. Recuerdo que pensé que estaba lleno, pero aún quería otro bocado. Así que sí, si buscas un tour gastronómico en grupo pequeño por Estocolmo que se sienta auténtico (y con comida suficiente para dos), este es el indicado. Aún recuerdo ese primer arenque cuando paso por una panadería en casa.
El tour incluye 7 degustaciones clásicas suecas más un plato secreto.
No se menciona cata de vinos; el enfoque está en las especialidades de comida sueca.
Sí, al final del tour disfrutarás de tarta Princesa como postre.
El punto de encuentro es cerca de una estatua en el casco antiguo de Estocolmo (Gamla Stan).
Debes contactar con antelación para avisar sobre requisitos dietéticos y así intentarán adaptarse.
Se camina bastante entre paradas; se recomienda llevar calzado cómodo.
No incluye recogida; los participantes se reúnen en un punto fijo en el casco antiguo.
Tu día incluye paseos guiados por los barrios de Gamla Stan y Norrmalm en Estocolmo con paradas para probar arenques dorados sobre knäckebröd, tostadas de gambas con eneldo y huevas, cremosas patatas con arándanos rojos y pepino, degustación de quesos locales, caramelos de menta hechos a mano delante de ti, su plato secreto en un lugar oculto durante el recorrido, y para terminar, porciones de tarta Princesa antes de que sigas por tu cuenta.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?