Brindarás con vinos locales directamente de las bodegas de Stellenbosch, pasearás por jardines entre catas y compartirás risas con tu guía durante el almuerzo y maridajes de queso. Cada parada se siente cercana — sin prisas, solo buena compañía y sabores auténticos. Si buscas un día que sea tanto sobre la gente como sobre el vino, este es tu plan.
¿Conoces ese sonido cuando alguien descorcha una botella y todo el mundo se queda en silencio por un momento? Así empezó nuestro día en Stellenbosch: una chispa de emoción en el aire (y un poco de nervios por pronunciar bien “Rustenberg”). Nos encontramos con nuestro guía, Pieter, justo en el punto de recogida; tenía esa manera de hacerte sentir que ya lo conocías de antes. La mañana estaba fresca pero agradable, con ese olor a tierra mojada que quedó tras la lluvia de la noche anterior. La primera parada fue una visita a la bodega — no esperaba sentir ese frío tan característico ni que los barriles olieran a pan tostado y madera antigua.
Cada viñedo en este tour Afrivista tenía su propio encanto. En Glenelly probamos un Chenin Blanc que sabía casi a manzana verde y miel (no soy experto describiendo vinos, pero te haces una idea). Pieter nos contó historias de cada finca — a veces se desviaba hacia anécdotas históricas o chismes sobre los enólogos. Me gustó que no nos apurara; paseamos por los jardines de Lanzerac, donde las rosas parecían demasiado perfectas para ser reales. El almuerzo estaba incluido (menos mal), y fue de esos en los que en una mesa larga desconocidos empiezan a compartir historias después de un par de copas. También hubo queso — el maridaje de Remhoogte me hizo replantearme lo que creía saber sobre el cheddar.
Lo que más me sorprendió de esta excursión desde Stellenbosch fue lo relajado que fue todo. No nos llevaron de un lado a otro a toda prisa; si alguien quería una cata extra o hacer otra foto, nadie se molestaba. La ruta cambió un poco porque una bodega estaba cerrada (Pieter simplemente se encogió de hombros y buscó otra), lo que hizo que todo se sintiera más personal. Ya por la tarde el sol salió con fuerza y calentaba la espalda si te quedabas quieto un rato. Todavía recuerdo esa vista sobre los viñedos — luz dorada por todos lados, silencio salvo por risas lejanas de otro grupo.
Sí, el almuerzo está incluido junto con las catas y el maridaje de quesos.
El tour incluye recogida en Stellenbosch; la recogida en Ciudad del Cabo es solo con reserva previa.
El número exacto varía; la ruta puede cambiar según disponibilidad, pero normalmente incluye varias fincas.
Sí, las visitas a las bodegas están incluidas excepto cuando alguna finca está cerrada.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de partida en Stellenbosch.
No, es apto para todos los niveles de condición física.
Este tour no se recomienda para personas con problemas cardiovasculares.
Sí, la degustación de quesos está incluida junto con las catas de vino y el almuerzo.
Tu día incluye recogida en Stellenbosch (con opción de recogida en Ciudad del Cabo bajo petición), todas las entradas a las bodegas seleccionadas, visitas guiadas a las cavas cuando estén abiertas, varias catas de vino en diferentes fincas, un almuerzo tranquilo con sabores locales y un maridaje de quesos antes de regresar por la tarde.
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