Vive de cerca los secretos de la cerveza en St. Maarten, desde la molienda hasta el embotellado, y relájate en la taproom con cervezas ilimitadas como la Dutch Blonde. Risas, historias locales y un ambiente relajado que se queda contigo mucho después de irte.
Lo primero que noté fue el ruido de botellas chocando detrás de los tanques de acero, un sonido agudo y cristalino que rebotaba en el suelo frío de cemento. Nuestro guía, Jeroen (nos dijo que le llamáramos Jay), sonrió mientras me entregaba una redecilla para el cabello. “Esto te va a hacer falta,” dijo, “créeme.” Traté de no reírme, pero la verdad es que todos nos veíamos un poco ridículos. El aire tenía un aroma dulce, como cereal caliente y lúpulo, casi como un desayuno con un toque especial.
Jay nos explicó paso a paso el proceso de elaboración, desde la molienda hasta el embotellado. Nos dejó asomarnos al tanque de maceración (vapor por todos lados) y nos contó que siempre usan ingredientes locales cuando pueden. Alguien preguntó por la Dutch Blonde y Jay solo señaló un tanque burbujeante: “Esa es ella.” Pensé que sería todo ciencia, pero él iba contando historias sobre la vida en la isla y cómo casi todos conocen a alguien que trabaja aquí o que ha intentado colar una botella en su bolso de playa.
Lo mejor llegó al sentarnos en la taproom después de tanto ruido y movimiento: solo mesas de madera, luz de sol reflejándose en los vasos de cerveza y gente compartiendo anécdotas. Probé primero la Dutch Blonde (fría, fresca, con un toque cítrico) y luego perdí la cuenta porque seguían sirviendo más muestras. Se escuchaban risas en otra mesa donde alguien ya iba por la tercera ronda—sin juicios aquí. En un momento me di cuenta de que ni siquiera estaba mirando el móvil.
Aún recuerdo ese instante: sentado con desconocidos que se sentían como amigos por un par de horas, probando cerveza que no había recorrido más que unos pasos desde donde nació. Si tienes aunque sea un poco de curiosidad por saber cómo se hace la cerveza, o simplemente quieres beber algo bueno directamente en la fuente, este tour por la cervecería de St. Maarten vale totalmente la pena.
Sí, durante la visita a la taproom puedes disfrutar de cervezas ilimitadas.
No se especifica la duración exacta, pero cubre todo el proceso desde la elaboración hasta la degustación.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de la cervecería.
No, no se recomienda para mujeres embarazadas.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour.
Probarás cervezas locales de la isla, incluyendo la Dutch Blonde.
Sí, es apto para todos los niveles físicos, excepto para personas con problemas cardiovasculares graves.
Tu día incluye un recorrido guiado por cada paso del proceso de elaboración de cerveza en St. Maarten, más cervezas ilimitadas en la taproom, incluyendo la Dutch Blonde, para que salgas con una sonrisa y un poco más ligero que al entrar.
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