Vive el ritmo de Santa Lucía recorriendo los puestos vibrantes del mercado de Castries, disfrutando las vistas desde Morne Fortune y degustando más de 25 rones en St. Lucia Distillers con una guía local. Risas, historias detrás de cada botella y paseos tranquilos entre plantaciones de plátano, todo en un día que se queda contigo mucho después de irte.
No sabía qué esperar de una cata de ron en Santa Lucía, solo tenía ganas de ver cómo se hace todo, no solo probar el resultado final. Nuestro conductor, Marcus, nos recogió cerca de Roseau con una sonrisa fácil y una lista de canciones de soca antigua sonando de fondo. Las carreteras serpenteaban entre campos de plátanos tan verdes que parecían de mentira, y nos detuvimos frente al mercado de Castries, donde mujeres con coloridos pañuelos en la cabeza agitaban ramilletes de especias a los coches que pasaban. Por la ventana me llegó un aroma a nuez moscada — o tal vez canela — difícil de distinguir, pero me abrió el apetito por algo dulce.
La primera parada fue Morne Fortune — Marcus nos señaló la casa del Gobernador General (tiene ese aire colonial antiguo, elegante pero sin ostentación), y desde ahí las vistas al puerto son tan impresionantes que no caben en una foto. Luego llegamos a Marigot Bay, uno de esos lugares que has visto en postales pero que se siente distinto en persona — más tranquilo de lo que imaginaba, con barcos meciéndose suavemente y un aire que huele a sal y a verde al mismo tiempo.
El plato fuerte fue St. Lucia Distillers. Nuestra guía, Liann, nos llevó por esas máquinas antiguas que aún huelen a jarabe de caña si te acercas. Nos explicó cada paso — la verdad, nunca me había dado cuenta de todo lo que implica hacer ron antes de que llegue a tu copa. La cata fue… digamos que hay más de 25 tipos y algunos pegan fuerte (probé uno de crema de coco que sabía a postre). Liann se rió cuando intenté pronunciar “Chairman’s Reserve” con la boca llena — y con razón.
De regreso pasamos por más plantaciones de plátano y Marcus nos ofreció cervezas Piton bien frías (solo si tienes la edad legal). El sol empezaba a esconderse tras las colinas y todo parecía ir más despacio. Aún recuerdo ese ron de crema de coco — creo que tendré que volver por una botella algún día.
El tour es de día completo e incluye paradas en el mercado de Castries, Morne Fortune, Marigot Bay y St. Lucia Distillers; la duración exacta varía, pero calcula varias horas.
Sí, el transporte privado con aire acondicionado está incluido en la reserva.
Sí, después de la cata guiada podrás comprar tus rones favoritos directamente en la destilería.
Debes tener 18 años o más para participar en las catas de ron o para recibir cerveza Piton durante el tour.
No incluye almuerzo, pero se proporciona agua embotellada durante la excursión.
También visitarás el mercado de Castries para artesanías y especias, disfrutarás de vistas panorámicas desde Morne Fortune y harás una parada en Marigot Bay para fotos.
El tour es apto para todos los niveles de condición física, pero no se recomienda para embarazadas o personas con problemas cardiovasculares; hay asientos para bebés si es necesario.
Tu día incluye transporte privado con aire acondicionado desde Roseau o hoteles cercanos, entradas para el tour guiado completo en St. Lucia Distillers con muchas catas (más de 25 rones si te atreves), agua embotellada durante todo el recorrido y una cerveza Piton fría si tienes más de 18 años antes de regresar pasando por plantaciones de plátano rumbo a casa.
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