Vas a vivir la auténtica vida dominicana—desde mercados llenos de movimiento hasta la tranquilidad del campo—y visitarás lugares emblemáticos como la Basílica de Altagracia. También habrá tiempo para probar delicias locales y relajarte junto al mar. Si buscas algo más que playas de resort, esta excursión te muestra lo que hay más allá de Punta Cana.
Lo primero que noté al salir de Punta Cana fue el aire cálido—pegajoso pero agradable—y ese aroma a caña de azúcar que se siente en el ambiente. Nuestro guía, Luis, nos hizo reír con anécdotas de su infancia cerca de ahí. Mientras pasábamos, señalaba los arrozales y el ganado pastando; se veían niños saludando desde un pequeño patio escolar, sus uniformes resaltando entre el verde. Hicimos una parada en un puesto a la orilla del camino para tomar agua de coco fresca—la verdad, no hay nada como esa bebida cuando ya empiezas a sudar bajo el sol de la mañana.
Después visitamos el mercado de Higuey. Es un lugar lleno de vida, color y ruido—vendedores gritando precios de aguacates y plátanos, alguien friendo empanadas a la vuelta de la esquina. La Basílica de Altagracia es imposible de pasar por alto; sus arcos se elevan sobre todo lo demás. Dentro se siente fresco y tranquilo en contraste con el bullicio de afuera. Luis nos contó por qué los locales vienen aquí en días de peregrinación—incluso nos mostró una foto pequeña que lleva en la billetera para la buena suerte.
Más tarde, recorrimos un taller de cigarros donde se puede oler el tabaco antes de que lo enrollen—una mezcla de aromas terrosos y dulces. En los campos de caña probé a masticar un trozo directo del tallo (prepárate para las manos pegajosas). Ya para el mediodía teníamos hambre de verdad, así que el almuerzo en un restaurante familiar cerca de la playa Macao cayó perfecto: pescado a la parrilla, arroz con habichuelas y una fría cerveza Presidente. Las olas estaban suaves ese día; algunos se echaban una siesta bajo las palmeras mientras otros se metían al agua antes de regresar.
Sí, el almuerzo y bebidas locales están incluidos en un restaurante frente a la playa.
Recomendamos traer traje de baño, bloqueador solar, gorra, repelente de insectos biodegradable y calzado cómodo.
Esta experiencia no es ideal para personas con movilidad limitada o ciertas condiciones de salud debido a terrenos irregulares y caminatas.
Los traslados están disponibles, pero tienen un suplemento extra de $15 desde hoteles en Cap Cana o Bayahibe.
Los guías suelen hablar inglés y español con fluidez.
El transporte ida y vuelta desde hoteles en Punta Cana está incluido. Tendrás visitas guiadas por el mercado y la basílica de Higuey, paradas en plantaciones de café, cacao y caña de azúcar, entradas pagadas, además de almuerzo con bebidas locales en un restaurante junto a la playa. También hay bebidas de bienvenida y degustaciones de especialidades regionales durante el recorrido.
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