Recorre el centro y Mouraria de Lisboa probando 14 bocados y bebidas diferentes — desde pasteles de bacalao con vino verde, bifanas con cerveza, maridajes con vino de Oporto, samosas, queso y jamón, hasta ginjinha en un bar tradicional. Ríe con tu guía local y descubre pequeñas sorpresas en cada esquina: una auténtica experiencia lisboeta que se siente.
Empezamos el tour gastronómico y de vinos en Lisboa justo en la Plaza del Rossio, donde las baldosas están gastadas pero la energía es contagiosa. Nuestro guía, Miguel, tenía esa habilidad de mezclar datos con bromas, como decir que las palomas aquí saben más de historia que muchos locales. Nos entregó nuestro primer pastel de bacalao (salado, caliente y con los bordes crujientes) acompañado de una copa de vino verde que parecía casi espumoso. No esperaba que me gustara tanto a las 11 de la mañana, pero bueno, cuando estás en Portugal... El aroma de la fritura se me quedó en los dedos hasta la siguiente cuadra.
Luego nos adentramos en Mouraria. Las calles se hicieron más estrechas y de repente sentí que habíamos salido del Lisboa turístico para entrar en algo más antiguo: viejos jugando a las cartas en la puerta de un café, y un radio que dejaba escapar fado por una ventana abierta. Miguel nos paró en una tiendita para probar bifanas — cerdo finamente cortado y empapado en salsa — con una cerveza fría que, sinceramente, sabía mejor que cualquier cóctel sofisticado. Nos contó que estas bocatas son el “combustible de los trabajadores” y se rió cuando intenté pronunciar “bifana” correctamente (no lo logré). En la Plaza Martim Moniz probamos también una samosa — resulta que aquí hay una gran comunidad goana, algo que nunca habría imaginado.
Cuando llegamos a la cata de vino de Oporto ya había perdido la cuenta de cuántos bocados llevábamos (Miguel dijo que eran catorce, pero creo que nos coló algunos extras). Había marmelada — una especie de dulce de membrillo — con queso y jamón sobre pan crujiente. El vino de Oporto estaba más dulce de lo que recordaba en casa; ¿será que aquí sabe mejor? Terminamos en un bar antiguo con chupitos de ginjinha — licor de cereza que pica justo lo suficiente para hacer reír a todos. Alguien derramó el suyo y nadie se preocupó. La luz empezaba a caer, pero aún recuerdo cómo todos nos quedamos disfrutando el último pastel, sin querer que el tour terminara.
El tour incluye 14 degustaciones entre comida y bebida.
Sí, probarás vino verde, vino de Oporto, cerveza, licor de ginjinha y más durante el recorrido.
La experiencia comienza en la Plaza del Rossio (Praça Dom Pedro IV) en el centro de Lisboa.
El tour incluye varios snacks y bebidas, pero no un almuerzo sentado formal.
El tour se centra en platos tradicionales portugueses que suelen llevar carne o pescado; las opciones vegetarianas pueden ser limitadas.
El recorrido cubre el centro de Lisboa y el barrio tradicional de Mouraria.
Sí, hay varias opciones de transporte público cerca del punto de encuentro.
Tu día incluye 14 petiscos típicos portugueses acompañados de vinos y bebidas locales: pastel de bacalao con vino verde, samosa con vino tinto, vino de Oporto con marmelada, pan broa, jamón y queso; bocadillo de bifana con cerveza; licor de ginjinha; además de café y pastelitos — todo guiado por un experto local mientras caminas por el centro y Mouraria en Lisboa.
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