Únete a locales en una auténtica cocina lisboeta para una noche de cocina, vinos portugueses y una cena de 3 platos que tú mismo ayudas a preparar. Prepárate para manos con harina, nuevos amigos alrededor de la mesa, muchas risas y recetas para llevar a casa. No es solo comida, es sentirte parte de algo real por una noche.
Al entrar, el aroma a ajo y algo mantecoso te envuelve, aunque no logro identificarlo del todo. Hay una gran mesa de madera, ya llena de cuencos para mezclar y pequeños frascos de especias—algunas conocidas, otras no tanto. Nuestra anfitriona, Joana, nos llama con las manos cubiertas de harina y nos dice que empezamos por el plato de pescado porque “el tiempo es clave”. Se ríe cuando intento decir bacalhau à Brás (definitivamente no lo clavé). La gente ya charla sobre de dónde viene—un chico de Oporto, una pareja de Berlín. Más que una clase, parece una reunión en casa de alguien.
La verdad, estaba nervioso por preparar algo comestible, pero Joana se mueve entre nosotros mostrando cómo picar cebolla sin llorar (dice que todo está en la muñeca). La palabra clave aquí es “práctico”—de verdad te ensucias las manos. En un momento eché demasiada sal al entrante y todos simplemente encogieron los hombros diciendo que así se aprende. El vino local se sirve generoso—primero blanco, luego tinto para el plato de carne. El ambiente se va animando; suena música de fondo, pero lo que más se oye son risas y el sonido de los cuchillos sobre las tablas.
Cuando llegó el postre, una crema con canela (no recuerdo el nombre), a nadie le importaba que los platos no quedaran perfectos. Nos sentamos todos juntos en esa gran mesa, pasando el pan y brindando. Alguien empezó a contar historias de su infancia en Lisboa—Joana se unió, hablando de las recetas de su abuela. Aún recuerdo lo cálido que se sintió estar ahí con desconocidos que ya no lo parecían. Salir a la noche lisboeta después del café fue casi demasiado silencioso en comparación.
Sí, principiantes son bienvenidos—la clase es práctica pero guiada paso a paso por el instructor.
Sí, incluye vinos portugueses, agua, zumos, coca-cola, cerveza, café y té durante toda la noche.
Sí—solo avisa con antelación sobre cualquier restricción de salud o religiosa para ajustar el menú.
La clase es todos los jueves de 18:30 a 22:00.
Sí—todas las áreas y superficies son accesibles para sillas de ruedas.
Los bebés y niños pequeños pueden asistir; los bebés deben sentarse en el regazo de un adulto o usar cochecito.
Prepararás un entrante, plato de pescado, plato de carne y postre—el menú puede variar según el grupo.
Sí—el lugar está cerca de opciones de transporte público.
Tu noche incluye todos los ingredientes para preparar una cena de tres platos (entrante, plato de pescado o carne según preferencias), generosas copas de vinos portugueses, además de agua o refrescos si prefieres, y café o té para cerrar antes de salir de nuevo a la noche lisboeta.
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