Si quieres explorar la escena vinícola de Auckland sin preocuparte por conducir o planificar, esta excursión cubre tres viñedos únicos—incluyendo un lugar premiado para almorzar—y te da tiempo de sobra para relajarte y descubrir qué hace especial a Kumeu.
Lo primero que noté al salir de la ciudad fue cómo cambiaba el aire: más fresco, con ese leve aroma terroso que solo se siente cerca de los viñedos después de un poco de lluvia. Nuestro guía, Mike, nos contó sobre las familias locales dedicadas a la viticultura mientras pasábamos entre hileras de vides que apenas comenzaban a brotar. El trayecto hasta The Hunting Lodge no fue largo, pero parecía otro mundo lejos del centro de Auckland. Dentro de la bodega, llaman la atención las etiquetas originales—cada una cuenta una pequeña historia sobre la historia del viñedo o el peculiar sentido del humor del enólogo. Probamos su Sauvignon Blanc (el clásico neozelandés por excelencia), y entendí por qué todos lo elogian: brillante, fresco, con ese toque justo de acidez que despierta el paladar.
El almuerzo fue en Soljans Estate, que ha estado en manos de la misma familia por generaciones. Hay algo reconfortante en sentarse en un lugar donde todos parecen conocerse—el personal saludando a los vecinos que entran a tomar una copa a mediodía. El menú cambia con las estaciones; el nuestro comenzó con pan tibio y aceite de oliva, luego cordero cocido lentamente que se deshacía en la boca, y terminó con una tarta de limón ácida y refrescante. Elegí una copa de Pinot Gris para acompañar—afrutado pero sin ser empalagoso. Si te sientas cerca de la ventana, puedes escuchar los pájaros en el jardín; aquí es fácil perder la noción del tiempo.
Última parada: Westbrook Winery en el valle de Ararimu. Está escondida al final de un camino serpenteante bordeado de árboles antiguos y tiene un aire casi secreto. Sus Chardonnays son su especialidad—normalmente no soy fan del Chardonnay, pero este era distinto: más cítrico que mantecoso, con un final muy limpio. El enólogo se acercó a nuestra mesa y nos contó que cada uva es recogida a mano; se nota el orgullo en cada botella. Al caer la tarde, el sol volvió a salir y salimos a dar un último paseo entre las vides antes de regresar a la ciudad.
¡Por supuesto! Los guías explican cada vino y responden todas las preguntas—no se necesita experiencia previa.
Sí, puedes elegir entre varios vinos (o cerveza o jugo) incluidos con tu comida en Soljans Estate.
Por favor, avísanos al hacer la reserva—haremos todo lo posible para adaptarnos a la mayoría de las necesidades dietéticas durante el almuerzo.
Es una experiencia en grupo pequeño—normalmente entre 10 y 17 invitados por vehículo para mantener un ambiente íntimo.
Tu día incluye todas las tarifas de cata en tres de las mejores bodegas de Kumeu, un almuerzo completo de 3 platos en el viñedo con bebida a elección, transporte cómodo en un minibús Mercedes (así no tienes que conducir) y la guía de alguien que conoce la región al detalle.
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